Alimentación y nutrición

Cartílago o piel animal, ¿de qué están hechas realmente las chucherías?

Cartílago o piel animal, ¿de qué están hechas realmente las chucherías?

Cartílago o piel animal, ¿de qué están hechas realmente las chucherías? / Fátima García

El huevo frito, las cerezas, el dedo, el tiburón, la fresita, el plátano... Todos tenemos nuestra chuchería favorita y todos, sobre todo de niños aunque muchos también siendo adultos, hemos consumidos muchas bolsitas de gominolas. Y seguramente acabaríamos con ella en un rato, pues una vez que se abre una, es complicado decirle que no.

Aunque quizás si hubiéramos sabido qué contienen estas chucherías las hubiéramos consumido en menor medida. Y es que al alto contenido en azúcar hay que añadirle otro asunto que debe preocupar a los amantes de las gominolas, pues están hechas tanto con cartílagos como con pieles procedentes de animales.

Uno de los ingredientes principales de las chucherías es la gelatina, que está hecha con piel, cartílagos y articulaciones que proceden de cerdos, burros, vacas o caballos. Estas partes de los animales son esterilizadas y hervidas a más de 100 grados. El objetivo es conseguir una mezcla que, tras ser triturada y secada se convierte en un polvo blanco e insípido, que se puede aromatizar.

Aunque que cartílagos o pieles de animales se utilicen para realizar las gominolas no debe preocuparnos en exceso, pues como cuenta el Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y autor del blog Gominolas de petróleo, Miguel A. Lurueña, a El Confidencial, "el uso de la gelatina no plantea ningún inconveniente desde el punto de vista de la seguridad alimentaria". Además, añade que la gelatina la comemos cada vez que consumimos carne o derivados, "como la textura gelatinosa que presenta el caldo de cocido al enfriarse".

Aunque el experto comenta que estas gominolas deben "ser tomadas de forma ocasional", pues su contenido en azúcar es muy elevado (por cada 100 gramos de chucherías se pueden ingerir entre 50 u 80 de azúcar). Además, también cuenta que su "valor nutricional es más bien escaso, ya que no aporta aminoácidos esenciales".

Algunos sustitutivos de las chucherías

Ya sea por la aprensión que puede dar consumir chucherías después de saber de qué están hechas o por no querer tomar un alimento con un contenido tan alto de azúcar, muchas personas preferirán dejar las gominolas a un lado, así que cuando tengan un 'antojo' de ellas, pueden optar por, por ejemplo, unos 'orejones', que son albaricoques disecados, por lo que su sabor dulce está potenciado.

Los higos secos, los dátiles o las pasas también son opciones muy interesantes para tomar en lugar de las chucherías cuando nos entre el 'gusanillo' de ellas. Alimentos con menos calorías que las gominolas y que nos aportarán más beneficios. Aunque tampoco debemos abusar de ellos, pues son ricos en azúcares.

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