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"Nunca tuve el proyecto de ser profesional, de jugar en Europa"

  • "Empecé con 4 años porque mi padre es un loco del fútbol", confiesa un Buonanotte que iba para estrella mundial en 2008: "En el fútbol son más las malas que las buenas y uno tiene que madurar y aprender de ello"

Diego Mario Buonanotte Rende (19-04-88, Teodelina, Argentina) tiene cara de niño y fútbol de demonio, aunque las diabluras que hacía en 2008 no haya vuelto a alcanzarlas. Avatares del destino le tiñeron una vida llena de futuro en una pequeña tiniebla que espera que se evapore en Europa, concretamente en Málaga, donde más luce el sol.

-Llegó en busca de un cambio radical en su vida.

-Sí, necesitaba un cambio y qué más lindo que sea en una ciudad tan hermosa y tan tranquila y en un club que está en una proyección enorme. Es ideal para arrancar una nueva etapa.

-Hasta ahora, ¿cuál es la mayor diferencia que ha encontrado?

-Es el fútbol, cómo se juega. Se juega mucho más rápido, es más dinámico. La pelota corre mucho más rápido que en Argentina. Pero eso es una cuestión de entrenamientos, de acostumbrarse. Me va a costar un poco al principio, pero creo que le voy a agarrar el ritmo enseguida.

-Y eso que por ahora han tocado poco balón.

-Sí, tocamos poco, pero ya en el entrenamiento uno se da cuenta lo diferente que es el fútbol de acá. Estás en Europa, en la mejor liga del mundo... Es diferente, pero yo creo que hay que adaptarse.

-¿Y entre el River y el Málaga?

-Son dos instituciones totalmente diferentes. El Málaga es un club que está en una progresión, se trajeron grandes figuras y está en una línea ascendente importante. Está queriendo ser un grande y la verdad es que eso es una meta que tenemos todos, para cuando arranque el torneo empezar a plasmar dentro de la cancha todas las contrataciones que hicieron y realizar un buen campeonato. Y, bueno, River es una institución enorme que hoy está viviendo una situación horrible porque se vienen haciendo mal las cosas desde hace muchos años.

-Si le digo Jota Jota [es como se conoce a Juan José López, ex técnico suyo y de River], ¿qué piensa?

-Nada. Ahora ya estoy pensando en Málaga. Lo de River ya pasó. Yo soy hincha de River, se vivió una tristeza enorme hace un mes aproximadamente y, ahora, como hincha estaré siguiendo los partidos y haciendo fuerza para que River gane.

-Con Cappa tampoco le fue bien.

-No, pero con Ángel tenía una muy buena relación. A lo mejor uno no coincidía en la forma de cómo se trabajaba o cómo se hacían las cosas, pero quedé muy bien con él. Terminé jugando, aunque no tuve tanta continuidad porque venía de un semestre anterior bastante duro, que era lógico que el bajón se pudiera dar [se refiere al accidente que tuvo del que intenta recordar lo menos posible].

-Ha dicho que se llevan años sin hacer las cosas bien en River. Aun así, su descenso resultó sorprendente.

-Porque lo es. River es el más grande de Argentina, uno de los más grandes del mundo. Que hoy esté en una categoría inferior es muy raro, pero es lo que tocó. Se venían haciendo las cosas muy mal y nosotros, los jugadores, no estuvimos a la altura de las circunstancias a la hora de entrar en la cancha. Es un cúmulo de cosas que se hicieron mal. Entre todos tenemos la culpa. La verdad es que yo no jugué por un problema personal con el técnico, pero me siento parte de esa decepción que vivió la gente de River.

-Ahora está con Pellegrini, que también tiene pasado 'millonario'.

-Cuando él estuvo en River yo estaba en las categorías inferiores. Pero siempre se habló muy bien de él. Es un técnico que te exige al máximo. Es un orgullo para mí tener el técnico y la calidad de jugadores que hay en el Málaga. Así que me entregaré al máximo y esperaré al día en el que el técnico me quiera utilizar. En donde me quiera utilizar, yo estaré preparado para poder rendir.

-¿Pero cuál fue la primera impresión que le dio al conocerle?

-Es una persona seria, que le gusta mucho el trabajo, la exigencia, la responsabilidad. Es la característica de técnico que suele marcar un camino al jugador y cosas positivas.

-¿Qué le ha dicho a usted?

-Me dijo que tenía que aprender a jugar más rápido, a buscar los espacios, porque el fútbol de aquí es totalmente diferente al de Argentina. Yo voy a seguir sus consejos, tratar de aprender todo lo que me enseñe tanto el técnico, como los compañeros, que son de una experiencia enorme y jugadores de alta calidad.

-Siempre ha dicho que le viene mejor el fútbol europeo.

-Sí, porque últimamente en Argentina se preocupan por correr, por pegar patadas, los árbitros no cuidan a los buenos jugadores... Y creo que esto es diferente porque es un juego muy rápido, muy dinámico, es fuerte, como en todas las ligas, pero los árbitros y todos permiten jugar más. Todos se dedican a jugar, cosa que en Argentina no pasa.

-Le veo muy crítico con 'su' fútbol.

-Es que últimamente en Argentina no se puede jugar al fútbol. Lamentablemente, ya se ponen muy pocos delanteros, el enganche no existe y todos juegan a no perder. Entonces, salen partidos muy aburridos, donde los resultados pueden ser 2-1, 1-0 ó 0-0. No hay más goleadas, no se ven más goles lindos. El fútbol en Argentina está cayendo bastante.

-Pues siguen saliendo jugadores.

-Sí, porque Argentina siempre se caracterizó por sacar buenos jugadores. Los buenos jugadores van a seguir saliendo, pero duran muy poco en Argentina.

-¿Cree que todas estas situaciones tienen que ver en el papel de su selección en la Copa América?

-No sé. Sólo sé que la selección tiene un plantel de jugadores increíbles que están viviendo un mal momento. Pero creo que el público allí también es impaciente, se desespera mucho cuando las cosas no le salen bien al equipo, te insultan mucho y eso no tendría que pasar. El otro día vi el partido de Argentina y la gente insultó al equipo. Me parece que no le hace bien al fútbol.

-Me habla de insultos y es algo que usted ha tenido que padecer allí también, aunque en su caso fuera de las aficiones contrarias.

-Sí, la gente de River me dio siempre su cariño y me apoyó muchísimo. Todos sabían del problema que tuve con el técnico y me hicieron una despedida muy linda. Estoy muy agradecido. Después, con todo lo que viví, la gente es muy irrespetuosa en Argentina. Es como que van a ver los partidos de fútbol para descargarse y gritan cualquier barbaridad. En Argentina es difícil vivir para cualquier jugador, para cualquier persona, y más cuando a uno le sucede algo tan importante, tan feo, como a mí. Es muy duro.

-¿Cómo encaja Buonanotte en este nuevo Málaga?

-Somos un grupo bárbaro. Gracias a Dios, tengo a dos argentinos, que son Martín [Demichelis] y Willy [Caballero], que me ayudaron desde el primer momento. Ellos, como todos, pero me aferro mucho más a ellos porque es normal cuando uno va a un país nuevo. La verdad es que el grupo es bárbaro. Esperemos que dentro de la cancha pueda adaptarme y devolverle toda la confianza que me brindó el Málaga en la situación que yo estaba viviendo, que no era la mejor, y confiaron en mí.

-¿Cómo surgió el Buonanotte futbolista?

-De muy chiquito. Mi padre es un loco del fútbol, jugó, aunque no llegó a profesional, y a los 4 años empecé yo. Nunca tuve el proyecto de ser profesional, de jugar en Europa. Se me fueron dando las cosas, con sacrificio. Hoy estoy viviendo algo muy lindo que también tiene su sacrificio, que es dejar a tu familia, los amigos, mi hija, que es lo más importante de mi vida y todavía no está aquí conmigo. Se la extraña bastante. Más ahora que es una niña pequeña y quieres compartir con ella las 24 horas. Pero, bueno, estoy de pretemporada... Se hacen sacrificios y hay que soportarlos.

-¿Qué anécdota es la que más le ha marcado desde que empezó?

-Me marcó lograr el campeonato con River. Para mí fue lo más grande que me pasó hasta el momento porque soy hincha de River, porque desde los 11 años estuve jugando en esa institución. Y lograr un campeonato en el que tuve la suerte de salir goleador, de ser uno de los jugadores clave, fue una alegría enorme que no voy a olvidar jamás.

-Hablamos de 2008, que luego también consiguió el oro olímpico. ¿Ese es el mejor Buonanotte?

-Sí. Esa campaña pude desplegar todo el fútbol que puedo dar. Me sentí muy bien, con la confianza de un técnico, que últimamente no la tuve. Tenía a Simeone, un técnico que entrena muy bien y, por lo que dicen, tiene un estilo muy europeo, y pude hacer lo mejor. Esperemos que en esta nueva etapa pueda responderle al técnico y al equipo con todo lo que yo puedo dar.

-¿Pero es ése su límite?

-Eso nunca lo sabes, nunca sabes hasta dónde puedes llegar. Uno se va a exigir siempre para seguir progresando, no hay que conformarse. No te sabría decir si ése fue mi tope. Ése fue un gran torneo, pero aspiro a igualarlo y a superarlo.

-¿Le molesta que le digan 'Enano'?

-No, no. Desde chiquito, mis compañeros en River me pusieron 'Enano' y nunca me molestó. Siempre lo tomé como algo cariñoso. Hasta la gente de River, cuando tuve ovaciones, todo el estadio me gritó 'Enano, Enano'. Es un orgullo que me canten eso y no molesta para nada.

-¿Sabe lo que son los chanquetes?

-De algo me enteré. El otro día vi una pancarta en la presentación que decía Bienvenido Chanquete . No me molesta para nada. El recibimiento que me hizo la gente en Málaga fue extraordinario. Es una presión extra, porque tengo que devolverlo en la cancha. Estoy seguro que haciendo una buena pretemporada lo voy a poder lograr.

-¿Qué están suponiendo para usted Demichelis y Caballero?

-Martín es una gran persona sobre todo, más allá de lo que ya sabemos como jugador, que no voy a descubrir nada diciendo lo grande que es. Tanto él como Willy son dos grandes personas que me están ayudando muchísimo y se lo voy a agradecer de por vida.

-¿Habló con ellos antes de llegar?

-Sí, cuando el Málaga estaba peleando por no bajar de categoría, hablaba mucho con Martín, que ya lo conocía. Siempre haciendo fuerza [animando]. Charlando con él me comentaba que es un lugar hermoso, que la gente es bárbara y que hiciéramos fuerza los que no estábamos en la cancha para que el Málaga se quedara en Primera. Gracias a Dios se logró y ahora viene una etapa muy linda.

-¿Y qué consejos le da ahora?

-No, consejos no. Sólo me ayuda en el día a día, si necesito algo, porque, vuelvo a repetir, estoy en un lugar nuevo, y él me brinda todo su apoyo para que sienta su respaldo.

-Se ve que sus dos compatriotas andan muy pendientes de usted.

-Sí, también me ha sorprendido Maresca, que me está ayudando mucho. La verdad es que es un plantel muy bueno.

-¿Y que sintió la primera vez que entró en el vestuario?

-Es todo una experiencia nueva. Uno lo ve raro porque llevaba toda la vida en el vestuario de River, me había acostumbrado a llevar esa camiseta y ahora todo es nuevo. A veces los cambios son un poco raros, pero Dios quiera que sea para bien. Yo voy a dejarlo todo.

-Es muy joven, pero ya ha probado las dos caras del fútbol.

-Sí, me ha tocado vivir cosas buenas y malas. En el fútbol son más las malas que las buenas y uno tiene que madurar y aprender de esas cosas. Me considero un jugador que vivió estar en el tope, lo más lindo, y también viví un descenso, a pesar de que no jugué. Son sensaciones totalmente diferentes, una de mayor alegría y otra de mayor tristeza. Pero uno tiene que madurar y aprender esas cosas.

-Habla de madurar y se dice que así es como se logra. ¿Pero es verdad?

-Uno madura en los golpes. Yo viví uno muy duro en mi vida personal y creo que aprendí bastante de ello.

-¿Con qué sueña en el Málaga?

-La idea es entrar en Europa, en una Champions. Hay muchas metas, pero hay que ir poco a poco. Hay grandes jugadores y yo tengo que aprender de todos. Son jugadores de mucha experiencia, que han triunfado en el fútbol y yo tengo seguir el camino que ellos marcan.

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