La idea de construir una segunda presa aguas abajo de la actual de La Concepción, que abastece a la Costa del Sol occidental, no ha sentado igual en todos los ámbitos. Mientras que las empresas de abastecimiento de la zona y la capital aplauden la propuesta de la Junta de Andalucía, varios grupos ambientalistas consideran que "no es necesaria" y que el problema del déficit de recursos hídricos podría solucionarse con una mejor gestión.

El Grupo de Trabajo Valle del Genal es uno de los más contundentes ante el proyecto presentado, uno de sus miembros, considera que es una iniciativa "desproporcionada e injusta que atenta contra el medio ambiente de la provincia de Málaga y que se sale fuera de los márgenes de lo que dictamina la directiva marco de Aguas de la Unión Europea".

En su opinión, la solución a los "teóricos problemas de agua de la Costa del Sol", con un crecimiento turístico y residencial en retroceso por la crisis, señaló que habría que plantearse "medidas de sentido común y respaldadas por la directiva europea que pasarían por la contención de la demanda, el ahorro y la eficiencia y, la puesta en marcha en casos últimos de necesidad de la desaladora de Marbella.

Este grupo cree "inconcebible" que en este momento se plantee una inversión pública que supera los 215 millones de euros, aparte de la inundación de un paraje de alto valor ecológico, "cuando con el aprovechamiento de los recursos actuales se puede dar respuesta a las necesidades de consumo de agua de la Costa".

También comparte la opción de optimizar los recursos hídricos ya existentes Rafael Yus, coordinador provincial de Ecologistas en Acción, que aseguró que "lo que hay que hacer es racionalizar y ser más eficiente en lugar de una presa que es una obra desesperada y muy antigua".

La opción de construir otra presa en río Verde implica, insistió Yus, en "cortar la vida de los ecosistemas naturales que hay aguas abajo", por lo que advirtió que su organización estudiará las afecciones ambientales que supondría el proyecto para oponerse oficialmente.

En cambio, tanto la empresa de Abastecimiento de Agua y Saneamiento de la Costa del Sol (Acosol) como la Empresa Municipal de Agua de Málaga (Emasa) aplaudieron el anteproyecto realizado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y que ahora tendrá que valorar el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El consejero delegado de la primera, Juan Carlos Fernández Rañada, valoró positivamente la idea porque "todo lo que sea aumentar la capacidad de embalse de la zona me parece fantástico", ya que indicó que la construcción de una segunda presa es una obra "fundamental para acabar con el déficit existente"

Sin embargo, señaló que al tratarse de una obra a largo plazo las administraciones competentes deben plantear otras obras hidráulicas "de forma más inmediata para afrontar los problemas de falta de agua a corto plazo como". Así, dijo que "queda mucho por hacer, aunque por algo se empieza".

El gerente de Emasa, José Luis Rodríguez, también aplaudió el proyecto del Gobierno andaluz ya que, a su juicio, "para hacer una buena regulación y aprovechamiento de todos los recursos hídricos de la provincia tiene que haber capacidad de reserva". Con esta infraestructura, se solucionaría en parte el problema en épocas de sequía, aunque para eso Rodríguez consideró necesario que dotarse de más obras para que los recursos hídricos "sean totalmente intercambiables de unas zonas a otras en caso de necesidad".

Pero primero tendrá que ser valorada por el Gobierno central y, en caso de ser viable, la obra tardaría unos ocho años. Esta alternativa no obligará a vaciar el actual embalse para recrecerla tal y como se exigía en un primer momento. Los técnicos creen que está opción conlleva más ventajas que el proyecto inicial de recrecimiento del pantano que la extinta Aguas de la Cuenca del Sur (Acusur) incluyó dentro del llamado Plan Málaga en 1999 y que suponía una inversión en ese momento de caso 38,5 millones de euros.