Málaga

Usuarios del tren del Guadalhorce suman más de 600 firmas de protesta

  • Piden mejoras en el servicio del Cercanías del interior, sobre todo en su frecuencia · Por la tarde, los convoyes pasan cada dos horas

El servicio que ofrece el Cercanías que une la capital con Álora (C-2) no convence a muchos de sus usuarios. Se trata de un trayecto que, según Renfe, mueve en días laborables una media 1.092 pasajeros, por los 22.807 de la línea de la costa que llega hasta Fuengirola (C-1). Un grupo de usuarios independientes, sin vinculación a ningún partido o sindicato, han reunido en poco más de un mes más de 600 firmas de protesta por el servicio que reciben. Principalmente se quejan de la frecuencia de paso del tren, de hasta 120 minutos en hora punta.

El promotor de la iniciativa se llama Francisco Fernández y es residente de Cártama, pero trabaja en un negocio particular en El Perchel, en la capital malagueña. Para acudir a su trabajo cada mañana coge el Cercanías del Guadalhorce. "El tren es el mejor medio de transporte, sin dudas", dice. Sin embargo, no está contento con el servicio que ofrece la línea que frecuenta desde hace más de una década.

La frecuencia de paso del C-2, principalmente, impulsó a Fernández a llevar la recogida de firmas. Y asegura que se ha visto desbordado. "No tengo más porque no tengo muchos puntos de distribución y en la estación no puedo recoger, aunque pedí permiso", añade. El servicio de la C-2 (Málaga-Los Prados-Campanillas-Cártama-Aljaima-Pizarra-Álora) tiene una frecuencia de paso de una hora y media aproximada por la mañana y de hasta dos horas por la tarde. "Si nos ofrecen el servicio para ir a trabajar, por qué no nos facilitan los mismos recursos para que regresemos a casa", cuestiona este usuario. Desde las 15:32 hasta las 19:32 estos trenes pasan cada dos horas.

La linea C-2 cuenta con una flota de 11 trenes diarios y la C-1, con una frecuencia de 30 minutos, de 35. "Entendemos que la C-1 sea más demandada, pero el servicio de la C-2 es insuficiente, aunque seamos pocos usuarios. Los medios de transportes no son para ganar dinero, deben ofrecer un servicio a la sociedad", arguye Fernández, que también critica asuntos relativos a la limpieza y que las estaciones de paso estén cerradas, aunque los usuarios puedan sacar sus billetes en máquinas automáticas o dentro del propio vehículo.

Fuentes de Renfe consultadas, por su parte, explican que no existe discriminación entre las dos líneas, sino que se distribuyen los recursos para ofrecer el mejor servicio en conjunto. Hablan de una renovación de la flora de trenes de la C-2 que llegará cuando las estaciones estén adaptadas y técnicamente sea posible. No hay plazos y por ahora tampoco intención de reducir las frecuencias, que se mantienen inmutables desde hace años.

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