Deportes

Se declara el estado real de preocupación en el club

  • Los argumentos deportivos empiezan a escasear y la victoria del Granada deja al equipo colista cuatro años y medio después. Esta semana habrá movimientos y todos apuntan a Husillos.

Va a ser una semana complicada en Martiricos. Lo está siendo, de hecho. Antes de que la victoria del Granada mandara al Málaga al último puesto de la clasificación, en el seno del club ya se manejaba la sensación de haber tocado fondo. La derrota contra el Espanyol, con trazos similares a muchas de las últimas, hizo que la expedición regresara con evidentes síntomas de preocupación. Había quien veía una mala racha pasajera, o un estado atípico motivado en gran medida por las múltiples lesiones sufridas desde el verano. Los hay todavía que se siguen convenciendo de que quedan más de dos tercios de Liga por disputarse y no hay motivos para encender la luz roja, pero el desánimo cunde cada vez más. Ha llegado el momento más tenso de la temporada, aunque públicamente se quieran mandar mensajes menos alarmistas viendo que queda mucha tela que cortar.

Colista, el Málaga ya ha tocado fondo con 12 jornadas disputadas. La degradación paulatina de juego y clasificación deja poco margen a las excusas y obliga a tomar soluciones para revertir el curso de las aguas. Se trata de un momento histórico, puesto que sólo en 30 de las 544 jornadas de Liga disputadas por el club en su historia fue farolillo rojo. Hay que remontarse hasta el 13 de marzo de 2011 para encontrar la última tabla en la que los blanquiazules aparecían vigésimos, más de cuatro años y medio después. Fue en otra situación crítica, con Manuel Pellegrini intentando enmendar los errores de Jesualdo Ferreira. Justo se cumplía una vuelta del adiós del luso, en la jornada 28, cuando a pesar de ganar por 0-2 en Anoeta, el equipo se mantenía último por cuestión de goles, empatado a 26 puntos con Almería y Hércules. Realmente, el partido en el que floreció la preocupación fue el anterior, cuando el equipo cayó en casa ante Osasuna en el minuto 92 con un gol del central Sergio. Todo envuelto en una tremenda polémica, pues entre semana el Málaga visitaba el Bernabéu y Pellegrini compuso un once de suplentes asegurando que el choque importante era el de los navarros. La semana se saldó con un bochornoso 7-0 en Madrid y ocupando el farolillo rojo. Por suerte, desde el triunfo en Anoeta se lograron 23 de 33 puntos que esquivaron el descenso.

Este momento es peor incluso que los vividos con Bernd Schuster en el banquillo, referencia de última temporada en la que el equipo de Martiricos tuvo una temporada sufrida. Existió un temor generalizado de descenso, si bien sólo en la segunda y la tercera jornada llegó a estar el equipo en puestos de descenso. Ni Pellegrini en las temporadas 11/12 y 12/13 ni Javi Gracia el año pasado se habían visto entre los últimos tres clasificados.

La semana había dejado refuerzos positivos, como la vuelta a los entrenamientos de Amrabat y Santa Cruz. El holandés ya jugó en Barcelona y recordó que con él en el campo se pueden buscar nuevas soluciones, pese a que se mostrara errático y que no estuviera para muchas exigencias en su retorno al equipo. El paraguayo, si nada raro ocurre, volverá a las convocatorias contra el Granada y, además, la irrupción del canterano Ontiveros es vista como otro motivo para la esperanza. Pero ahora mismo todo queda ensombrecido.

Toca afrontar ese momento desde una situación poco propicia para sacarla adelante. La paz social está cada vez más tocada, el aficionado blanquiazul va acumulando desencantos y malos ratos y ya se ha abierto formalmente el campo de las acusaciones, que en el último encuentro señalaron de manera mayoritaria al presidente y dueño del club, Abdullah Al-Thani. Para colmo, los tambores de guerra que vienen sonando por las oficinas desde mediados de la semana pasada enrarecen y complican mucho más el panorama. La espada de Damocles pende sobre las cabezas de varios dirigentes, así que precisamente no se puede pedir calma desde la planta noble cuando ahí no la hay.

Esta misma semana, de hecho, es muy probable que cristalice alguno de los cambios anunciados por el jeque y cacareados desde dentro. Todo apunta a que estará relacionado con el futuro de Mario Husillos, quien ya ha dado un paso al lado en el día a día de la entidad a la espera de que le certifiquen formalmente la decisión de Al-Thani. El dirigente hispano-argentino no se encuentra en su mejor momento desde el punto de vista anímico y sin duda el Málaga debe atajar ese asunto de manera urgente para intentar recuperar la normalidad cuanto antes. En estos primeros días de la semana puede quedar todo resuelto. También será una semana de reuniones, de llamadas a la calma y de iniciativas por parte del club para convertir el choque contra el Granada en un partido para la inflexión y evitar que pueda ser un plebiscito o genere un ambiente tenso previo que pueda bloquear a los futbolistas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios