La ciudad y los días

carlos / colón

Buenas noticias

BUENAS noticias para casi todos. El paro registra una caída récord de 310.400 personas y se crean 402.000 empleos, el mayor incremento desde 2005. Malas noticias para nosotros: Andalucía se queda descolgada y apenas resta 3.100 parados en el segundo trimestre. ¿Asumirá la Junta su responsabilidad? No. La respuesta desde San Telmo ha sido que en Andalucía se está creando empleo a más velocidad. Ya se sabe que en política, como en arte, se goza de una ilimitada libertad de interpretación.

Buenas noticias para todos menos para la oposición, que ha saludado estos positivos resultados con la boca chica, achacando las consecuencias negativas al PP y las positivas a Europa. Es su labor. En nuestro sistema bipartidista las elecciones se pierden o se ganan por erosión y acoso de quien en cada momento gobierne. Lo bueno para todos es malo para la oposición. Cumpliendo su papel a ésta le toca minimizar los éxitos del Gobierno y exagerar sus errores o fracasos. Si se hace bien, sin demagogia, es un necesario contrapaso democrático.

Porque tampoco, aunque las cosas estén mejorando sustancialmente, es cuestión de echar las campanas al vuelo. El propio Rajoy dijo no hace tanto que no hay nada que celebrar mientras tengamos cifras tan elevadas de paro. El duelo por los parados no ha cesado, el drama continúa y se tardará en que estas buenas noticias tengan efectos prácticos en las vidas de millones de ciudadanos.

Pese a ello, con moderado optimismo y mucho realismo, es necesario reconocer que es la primera vez que ha aumentado el empleo neto desde el inicio de la crisis y que se aprecia una mejora (aunque siempre insuficiente) en la calidad del empleo: de los creados 180.200 son indefinidos.

Esto demuestra que el camino emprendido por el Gobierno popular es el correcto, matices aparte. Los matices siempre son importantes, sobre todo para la oposición. Piénsese cómo se habrían encajado en nuestra pos-cainita España (autonómica o prefederal) algunos recortes efectuados por Valls, reduciendo a 13 las 22 regiones francesas, o por Renzi, cancelando provincias italianas y suprimiendo 3.000 cargos políticos. Escribo poscainita por la superación, gracias al apaño autonómico y al posible remiendo federal, del tópico noventayochista que Machado plasmó brutalmente definiendo a España como "un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios