La mar de historias

Juan Carlos / cilveti / puche

Mala reputación

TRAS ser reflotado como nunca hasta la fecha se había hecho emerger a un buque semihundido, el pasado 23 de julio, el Costa Concordia iniciaba su lento viaje a Génova para ser desguazado. Además de los dos grandes remolcadores de altura que guiaban al buque siniestrado, una variada flotilla de doce barcos, acompañaba la última singladura de este buque de Costa Cruceros. Entre estos barcos, se encontraba el Cdt Fourcault, un curioso buque que vivió una extraña historia en Málaga.

De apariencia militar sin serlo, y registrado como un barco de investigación y rescate, el Cdt Fourcault, que por entonces lucía bandera panameña y matrícula de Amberes (una muy significativa irregularidad), fondeaba en la bahía malacitana el 20 de enero de 2011. Sin anunciar su estancia en la rada, y vigilado por las autoridades marítimas nacionales bajo la sospecha de haber llegado para indagar el hundimiento del submarino C3, dos días más tarde, el barco amarraba en el muelle dos.

Construido en Bélgica en 1968, tras desempeñar las labores de estación flotante para prácticos y navegar como buque de instrucción, en 2007, un armador privado se hacía cargo del barco. Dedicado a realizar extraños viajes teniendo el submarinismo como principal objetivo, el Cdt Fourcault, muy pronto fue catalogado oficialmente como un buque cazatesoros.

Después de varios días atracado, el 26 de enero, el barco salía con destino a Gibraltar. Vigilado en todo momento, a principios del mes de febrero, el buque escalaba en Vigo antes de viajar al puerto de Amberes. Un barco con una muy mala reputación internacional que, curiosamente, ha formado parte del histórico convoy que han escoltado al desguace al Costa Concordia.

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