La tribuna

Ignacio Trillo

Las primarias del PSOE

EL pasado domingo se celebraron con urnas las primarias municipales del PSOE. En Málaga, también con euforia sus dirigentes han resaltado algunas falacias tenidas por ciertas: el enorme éxito logrado, la gran participación habida y la ausencia de incidentes. A la vez, han reprochado al PP que sus candidatos sean dedocráticamente elegidos. Más allá de las palabrerías, desentrañemos las raíces de esta convocatoria para ir a los hechos al amparo de la luz de las cifras. Antes, hay que recordar que para los comicios locales de mayo del 2011, las primarias socialistas fueron prohibidas solo para Andalucía por la dirección del PSOE-A comandada entonces por José Antonio Griñán y Susana Díaz. Quien esto escribe, bien batalló en aquella triste fecha para la defensa de la democracia interna. Se saldó el proceso como corresponde a un partido con enormes déficit democráticos, viéndome obligado a abandonarlo. El día de las urnas ante los electores, mayo del 2011, los resultados logrados por la candidatura de María Gámez fueron pésimos. Perdió tres ediles y 12 puntos electorales sin que nadie asumiera responsabilidad política alguna.

Cuatro años después, el PSOE ha intentado guardar las formas pero dejando intacto el fondo de la cuestión. La exigencia del número de avales para presentar candidaturas se ha duplicado -pasando del 10% al 20%- en un partido cada vez más menguado en afiliación y por tanto más controlado y supeditado a los intereses de la dirección. No hay primarias allí donde gobiernen los socialistas y se presente el mismo regidor, ni en los municipios inferiores a 20.000 habitantes que son la inmensa mayoría. También, mientras es posible primarias con censo abierto a simpatizantes y electores socialistas para elegir la cabeza de lista a las elecciones generales y a las autonómicas, están proscritas que sea así para las municipales.

De esta forma, el PSOE renuncia a una auténtica regeneración y renovación de abajo a arriba, y la aplicación de este viciado reglamento le va a llevar además a perder muchas alcaldías. A los aparatos solo le interesa su propia supervivencia y todo lo que signifique mantener el nivel mediocre de sus actuales componentes, incompatible con la brillantez o la excelencia.

Para más inri, las normas citadas no proceden de la herencia recibida de Zapatero, sino que han sido aprobadas por la nueva dirección federal que encabeza Pedro Sánchez. Ese carácter limitante y desalentador de estas primarias municipales del PSOE ha llevado a que de 248 ayuntamientos existentes, excluida Cataluña donde el PSC marca calendario distinto, con población superior a20.000 habitantes, solo ha habido urnas en 70 municipios (28%). Parecida tendencia se aprecia en Andalucía: de 81 localidades solo se han realizado primarias en 17 (24%)

En Málaga, de 16 municipios mayores a 20.000 residentes, gobernados todos por el PP con la excepción de Cártama, han habido primarias en cuatro (25%), por imposibilidad de los aspirantes alternativos a alcanzar los avales exigidos, como en las dos principales localidades por electores, la capital y Marbella.

Es decir, de los 102 municipios malacitanos, solo ha habido primarias internas en cuatro (3,93%), que por padrones municipales o por censo electoral afecta a una población alrededor del 17% del total provincial ¿El resto son dedocráticos como el PSOE recrimina al PP? Además, de los cuatro municipios que ha habido urnas de primarias, en tres, a propuesta del aparato, han salido elegidos los mismos que fueron derrotados en las pasadas elecciones municipales del 2011. Así, en Fuengirola, el PSOE, con Javier García León, obtuvo cinco ediles frente a ocho logrado con Moisés Sánchez en 2007, con merma de seis puntos electorales. En Mijas, con la misma candidata actual, Fuensanta Lima, bajó el PSOE de 14 a 7 concejales, con quebranto de 21 puntos electorales. En Ronda, en mayo del 2011, Teresa Valdenebro, elegida ahora en primarias, no encabezó la lista del PSOE sino que formó parte de ella, pasando los socialistas de 16 concejales del 2007, incluyendo a los tránsfugas que se pasaron del PA al PSOE con la pretensión de llevarse también a sus votantes, a 7 ediles, y 40 puntos electorales menos.

El único municipio donde no ha salido la candidatura de los oficialistas ha sucedido en Vélez; la dirección apoyaba al segundo de la lista que quedó derrotado también en el 2011, Juan Carlos Márquez, perdiendo entonces tres ediles, de nueve a seis, y 11 puntos electorales, y la militancia ha optado por quien más posibilidades tiene de ganar al PP, Antonio Moreno. Pura lógica, pero en el seno del PSOE boquerón, los caminos de sus dirigentes se han hecho inescrutables.

En cuanto a "la gran participación habida", hay que decir que en los cuatro municipios malagueños citados, han votado 830 afiliados al PSOE, un 0,45% del censo electoral de esas poblaciones, o un 3,5% de los votantes que tuvo el PSOE en sus peores elecciones municipales transcurridas, las celebradas en mayo del 2011.

En resumidas cuentas, y apelando al sabio refranero castellano: el que no se consuela es porque no quiere.

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