AL final ha resultado que los seráficos líderes de Podemos no bebían agua bendita. Ha bastado una mácula en el expediente universitario para que sobre Íñigo Errejón caiga el mazo acusatorio . El Savonarola que predica contra cualquier suciedad se expone a la quema, y la Universidad tiene su casta particular, ésta que intercambia viajes al extranjero, proyectos de investigación y tribunales. El caso de Errejón es débil si no fuera porque, desde Podemos, se satanizó al contrincante desde la pureza de los ángeles. Su soberbia les ha llevado a cometer uno de los pecados de la comunicación política, la sobreexposición a los medios. De viernes a domingo, la tele se inflamaba de podemitis, venga doctrina, venga entrevista, venga lecciones, venga soluciones. Los demás, o tontos o corruptos. Pablo Iglesias soñaba con ser presidente y tener un programa periódico de televisión con tres o cuatro periodistas "cabroncetes", pero han bastado dos: lo han desnudado, se disuelve como un azucarillo, todas sus recetas se remiten a reuniones "con el sector" cuando tomen los cielos. Ahora toca una retirada táctica de los focos, Iglesias da la espantá y deja colgados a los de Tele 5. La carne humana es débil, va en el ADN, esto no es un partido de pikettys ni de ángeles y, sí, ya lo dijo Felipe González, también se muere de éxito.