Todo es relativo

ÁNGEL RECIO

sin 'postureos'

QUEDA menos de un mes para las elecciones generales y empieza a palparse la tensión en todos los partidos. En unos porque saben que van a perder representación y la clave está en saber cuántos diputados van a quedarse en el camino. Solo da cierta garantía el número uno y el dos de la lista. El resto hay que currárselo. En otros porque, como se dice en el deporte, van a tocar metal y quieren subirse lo más alto posible del podio. Las encuestas nacionales dan, por ahora, la victoria al PP y un gran ascenso de Ciudadanos, que volvería a ser un partido llave a la hora de negociar como ha pasado en Andalucía, en la Diputación Provincial o en el Ayuntamiento de Málaga, entre otros consistorios. Hay que felicitar a Albert Rivera porque parecía imposible romper el bipartidismo y, si los resultados lo confirman, lo va a lograr con su labia y la experiencia adquirida a base de palos en Cataluña. Aún recuerdo aquella campaña en 2006 en la que tuvo que salir en pelotas en un cartel para darse a conocer. Serán numerosos los medios que, cuando Rivera salga diputado, tiren de hemeroteca y rescaten la instantánea. Ha creado un partido de la nada, ha sembrado y ahora está recogiendo el fruto. Lo que habrá que ver es cuántas manzanas podridas saldrán cuando tengan poder. Siempre me viene a la cabeza la mítica película de Los Intocables, cuando Sean Connery le dice a Kevin Costner que para no tener corruptos hay que buscar a la gente joven de la academia. Pero esto es política y los cachorros de los partidos no se caracterizan por su inocencia.

No ha empezado la campaña, pero ya se están viendo cambios respecto a otras. Para empezar, parece que todo el mundo está dispuesto a dialogar y a compartir mesas. Ayer, por ejemplo, el Colegio de Economistas de Málaga hizo un desayuno sobre las propuestas económicas de los partidos y acudieron representantes de siete: PP, PSOE, IU, Ciudadanos, Podemos, Vox y UPyD. Un debate interesante al que fueron un centenar de invitados. Hay previstos más encuentros a varias bandas. La Asociación de la Prensa de Málaga ha organizado otro el 9 de diciembre en el Rectorado.

Se ha abierto el abanico y ya no hay nada claro. Los menosprecios se pueden pagar caros después de las elecciones, cuando haya que sentarse a pactar, y es mejor no arriesgarse. Queda un mes intenso. Otro más tras las elecciones andaluzas y las municipales en este mismo año. Sea cual sea el resultado, hay que exigir que se trabaje y que no se paralice el país con posibles discusiones. Sin postureos de cara a la galería.

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