La plantilla del Unicaja está cerrada y no se esperan sobresaltos, aunque nunca se puede decir jamás. Un jugador que tiene los ojos de la NBA puestos encima suya es Zoran Dragic, no es una novedad. Diversas franquicias han contemplado, a través de sus ojeadores en Europa, desde meses atrás en las gradas del Carpena sus evoluciones. Dragic tuvo serias dudas a la hora de revisar su compromiso con el Unicaja a principios de verano. Su anhelo era seguir la senda de su hermano Goran, jugador de calibre All Star y figura de los Suns de Phoenix.

La coyuntura hizo que Dragic, aunque había recibido informaciones indirectas que le señalaban que sí, no tuviera encima de la mesa una proposición formal de ninguna franquicia. Quería sanarse, jugar la Copa del Mundo y tener el futuro resuelto antes de casarse a finales de julio. Su hermano Goran (percibe en Arizona 7.5 millones de dólares al año) se ofreció a pagarle de su bolsillo la cláusula de rescisión para que el Unicaja evitara la extensión de dos años de contrato a la que tenía opción y que así le acompañara en Estados Unidos. Pero Dragic entendió que era mejor no forzar ni mendigar un contrato raquítico en la NBA y que era mejor continuar en Málaga, con protagonismo garantizado si continúa su rendimiento.

Renovó por dos campañas con una adecuación de su sueldo a su rendimiento, pero su cláusula de rescisión no se elevó significativamente para marcharse a la NBA, sigue poco más arriba del medio millón de euros. Era algo innegociable para el exterior esloveno, que nunca ha ocultado que seguir a su hermano es su ilusión.

El partido que Eslovenia jugó el pasado martes ante Estados Unidos en Las Palmas rebrotó esa idea. Numerosa prensa estadounidense sigue los pasos del remedo a la selección de las barras y estrellas y allí estaba Zoran Dragic, que con 16 puntos fue el máximo anotador de su equipo y demostraba su capacidad para ser competitivo ante Stephen Curry, DeRozan o Harden. No han faltado secuelas a ese amistoso. Marc Stein, periodista de ESPN que informa in situ sobre EEUU, hablaba del buen partido del menor de los Dragic y del interés de varias franquicias en sus servicios, vigente pese a esa renovación de contrato. Sportando iba más allá y señalaba a los Pacers, que este año ha pescado en la ACB con Damjan Rudez, como una de las que tienen el nombre de Zoran Dragic en su agente.

La idea de Dragic, según confesó a su círculo cercano tras su renovación, es continuar un año más en Málaga y, si sigue la progresión de la temporada anterior, pegar el salto a la NBA si hay una propuesta concreta que afronte la cláusula de salida. Goran ejerce de efecto llamada, también para otras franquicias, pero antes Zoran pretende cumplir su tercera temporada en Málaga, con tan buenas expectativas por delante. Un gran Mundial siempre puede variar la percepción y alterar el plan establecido, pero Dragic piensa que un año con Plaza y en el Unicaja es, a día de hoy, lo mejor.