Unicaja

Algo más que un parche

  • Nedzad Sinanovic se ejercita con la primera plantilla en Marbella y causa buena impresión a los técnicos · Puede ser seleccionable en breve porque está casado con una española

Desde la diferente perspectiva que le otorgan sus 222 centímetros, Nedzad Sinanovic sonríe cuando se le cuestiona sobre su curioso regreso a Málaga. "Llegué aquí con 19 años, estuve seis meses, apenas había jugado al baloncesto y tampoco pude hacerlo porque por entonces no era comunitario. Después estuve en Bélgica, el Real Madrid, Alemania...", relata el gigante bosnio tras realizar su primer entrenamiento con el Unicaja. Teóricamente ha llegado para reforzar al Clínicas Rincón Axarquía en su andadura por la LEB Oro. Pero, de momento, está en el primer equipo hasta nueva orden, mientras Robert Archibald se recupera de su lesión en el ojo.

Sinanovic causó buena sensación entre los técnicos en sus primeras sesiones de entrenamiento. Ágil y coordinado para su enorme estatura, la sensación es que puede echar un clabe, no sólo en el trabajo diario sino también en los partidos mientras el guerrero escocés se recupera. Un 2,22 es un jugador diferente, con sus ventajas e incovenientes. Se trata de potenciar unas y de disfrazar otras. Aíto ya convirtió a Dueñas en un jugador determinante.

Sinanovic está en otro nivel muy inferior, pero tiene algunas ventajas. Por ejemplo, su futuro pasaporte. Está casado con una bosnia que vive en España desde los 16 años y que ya es española a todos los efectos. Con ella tiene una hija de ocho meses y está en trámites para obtener la nacionalidad. Estuvo concentrado con la selección bosnia en alguna ocasión, pero no llegó a debutar en ningún partido, lo que le liberaría para ser seleccionable y ocupar plaza de español en la ACB desde el momento en el que obtenga el pasaporte. Y es algo que puede ocurrir en meses. En la LEB, por ejemplo, sí puede jugar como asimilado dentro de los peculiares cupos que rigen la segunda competición.

Así que desde el club se contempla lo de Sinanovic como una inversión con poco riesgo, porque económicamente es asequible, y con un posible recorrido interesante. Así se toma la oportunidad el jugador. "Es un sueño volver aquí a Málaga con amigos conocidos, trabajar con entrenadores como Aíto o Paco Aurioles. Ahora tengo mucha más experiencia que hace seis años, puedo aportar ayuda a los dos equipos, esté en el primero o en el segundo. Y, sobre todo, trabajar. De momento, estoy entrenando con el primer equipo, estoy aquí a ver qué pasa con Archibald, pero no me planteo nada más. Es una buena oportunidad, para intentar demostrarme a mí y también a los demás que puedo jugar al máximo nivel", comenta el pívot bosnio, que admite su cuota de culpa en ese intento fallido de aterrizar en la élite, pero que espera también un empujón: "En este tiempo me ha faltado confianza en mí mismo y mis posibilidades y quizá también de los entrenadores. Ahora espero tener las dos cosas aquí en Málaga".

El aterrizaje de Sinanovic se ha cerrado en tiempo récord, aunque el interés malagueño viene relativamente de lejos. "Estuvimos en contacto desde hace mes y medio, preguntaron por mi situación pero todavía pertenecía al Real Madrid. Hasta que no lo resolvimos, ayer mismo -por el martes- no ocurrió todo. Ha sido muy rápido".

Sinanovic llegó de la mano de Maljkovic hace seis años durante seis meses. No se quedó en Málaga, pero le quedó un recuerdo grato, como el compartir piso con Fran Vázquez. "El otro día coincidimos en Reus, en un torneo con Real Madrid y Barça. Ojalá nos sigamos viendo", relata el bosnio. Quizá tarde, pero le llega una gran oportunidad de pelear por asentarse.

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