Fue un Málaga desesperante en cuestiones de finalización. Se puede debatir sobre sus recursos, no sobre el esfuerzo. De lo poco fiable y brillante, ahí queda Juanpi, con más cuajo y determinación cada día. La zurda del venezolano animó la primera parte y fue la gran causante de que el equipo amasara varias ocasiones claras. Cada partido que tiene un Primera es un empujón hacia la consistencia que necesita para ser un referente en la élite.

Su capacidad de disparo y pase deleitó a los aficionados en el arranque. Obligó a Iraizoz a volar para evitar el 1-0 y casi enmudeció La Rosaleda cuando encontró un hueco inopinado para dejar solo a Recio ante Iraizoz. Ponerse en ventaja habría dejado un mejor panorama al Málaga, pero no fue el día para anotar. No lo hizo tampoco Cop al no llegar en una prolongación de Charles de cabeza. Y no lo hizo el brasileño quedándose solo ante el meta del Athletic, tampoco en el rechace cuando lo paró. Mal día para la gente de arriba.

También para Albentosa, que no estuvo acertado en la marca de Raúl García cuando el navarro consiguió el único tanto de la mañana. Además, se empeñó en salir desde atrás jugando el balón y ello frenó opciones en la creación. Ello desesperó a Pablo Fornals, que volvió a ser la primera alternativa de Javi Gracia desde el banquillo.