El Ayuntamiento de Málaga tendrá que modificar nuevamente sus previsiones en lo tocante al futuro parque del Campamento Benítez. Tras verse obligado a dar marcha atrás en su idea de implantar una gran laguna de agua en la zona verde, ante las exigencias de la Agencia de Seguridad Aérea, ahora tiene que hacer lo propio en lo tocante al suministro de agua con la que regar la futura zona verde. En este caso, es la Consejería de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente la que ha puesto pegas a la idea de la Gerencia de Urbanismo de emplear para ello el líquido procedente de un pozo que extrae las aguas subterráneas de la parcela. De acuerdo con las explicaciones dadas ayer por el delegado territorial de Medio Ambiente, Adolfo Moreno, y el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, el ente autonómico entiende que esa agua no tiene la suficiente calidad, reclamando que el riego se realice con agua depurada. Junto a este primer punto a pulir hay que añadir otros sobre uno de los arroyos existentes en el entorno y su posible inundabilidad. Ante esta cuestión, el Ayuntamiento deberá certificar cómo va a llevar a cabo el riego de este nuevo parque.

Ambos representantes se mostraron convencidos ayer, tras la reunión mantenida, de que se trata de problemas que se podrán subsanar en las próximas semanas, con el fin de hacer factible la aprobación definitiva del Plan Especial del Campamento Benítez. Al tiempo, apuntaron que se celebrarán nuevos encuentros técnicos antes de remitir la información definitiva. "La intención clara es que esto siga para adelante; estamos barajando todas las soluciones posibles y parece que vamos a llegar a un acuerdo definitivo", dijo el delegado de la Junta.