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¡Todo bien, circule!

  • El catedrático advierte sobre la escasez de viviendas para los humildes y reflexiona sobre la situación de los vecinos de los Callejones del Perchel

Los Callejones del Perchel.

Los Callejones del Perchel. / M. H. (MÁLAGA)

En la Málaga encantada de haberse conocido, estos últimos días ha saltado la voz de alarma en relación con la escasez de viviendas para los mas humildes. Podía haber venido a través de Caritas como el Informe FOESSA destacó hace unas semanas, señalando como un tercio de los hogares con todos los miembros en paro carecen de algún tipo de ingreso periódico que permita una cierta estabilidad, o como casi la mitad de los que están en exclusión social sufren el apagón digital, lo que significa que viven la brecha digital de manera cotidiana, o como la diferencia entre la población con más y menos ingresos ha aumentado más de un 25%, cifra superior al incremento registrado durante la crisis de 2008, o como tres de cada diez familias se han visto obligadas a reducir los gastos habituales en alimentación, ropa y calzado.

Sin embargo, ha sido el poco sospechoso Colegio de Arquitectos el que ha planteado como aquí, apenas si se construyen viviendas para las clases media y trabajadora. La cifra es sorprendente: en el ultimo año solo 10 de los más de cuatro mil proyectos visados lo fueron de viviendas de protección oficial. Es decir, de aquellas viviendas cuyo precio está regulado para que puedan cubrir la demanda social que el mercado libre no considera rentable. Ese es el criterio, el de la rentabilidad, porque para acceder a una vivienda de este tipo no se puede tener un poder adquisitivo superior a unos 45.000 € anuales.

Ha señalado el presidente del Colegio de Arquitectos a este diario que hay una gran demanda sobre todo de jóvenes, pero también de familias que buscan más espacio para los hijos, personas procedentes de rupturas, etc.- que tienen muchas dificultades para acceder a un inmueble porque no pueden llegar a su precio. El modelo actual de Vivienda de Protección Oficial no es atractivo para el sector privado "porque hay demasiado corsé y la calidad que se exige es la misma que la de la vivienda libre". Realmente se está visando el 25% de las viviendas que debieran, 5820 en 2021, cuando deberían ser mas de 20.000. Como también indicaba acertadamente Antonio Vargas, expresidente del Colegio de Arquitectos, en este mismo medio, “el problema ya no es si se construyen más o menos viviendas, sino cómo se garantiza a importantes sectores de la población el acceso a una vivienda digna”.

Y en estas aparece la información de que los vecinos de los seis bloques del Perchel antiguo, los llamados Callejones del Perchel (calles Malpica, Huerto de la Madera, Angosta del Carmen, Arco y Montalbán) han comenzado a recibir cartas en las que se les insta a abandonar sus casas el próximo 1 de marzo. Personas que llevan viviendo en esa zona hasta 30 años y cuyos contratos siempre se han ido renovando periódicamente, hasta ahora, con unas rentas de entre 300 y 450 euros. El perchel no se vende, es el lema. Van tarde. El perchel se empezó a vender entre saldo y pelotazo hace 50 años cuando lentamente sus vecinos fuimos expulsados a las zonas periféricas de entonces mientras, durante ese tiempo, los dirigentes, Junta de Andalucía incluida, han mirado para otro lado. Lo que queda del Perchel está siendo objeto de una operación urbanística que implicaría el derribo de los actuales edificios y levantar otros de nueva construcción y el paso previo, lógicamente, es que los vecinos abandonen o sean expulsados de sus domicilios. No pretendo ser demagógico, pero ¿se imaginan semejante proceso en cualesquiera de los barrios históricos innombrables de la muy querida/odiada vecina ciudad innombrable?

Los vecinos no se oponen a ser reubicados en otra zona de El Perchel y para ello están llevando a cabo acciones para ser escuchados por el Ayuntamiento, pero lo realmente kafkiano es que vuelve a ser el propio Colegio de Arquitectos quien plantea su confianza en el Ayuntamiento y en los técnicos municipales para que allí no se hagan disparates, así como, “muestra su inquietud por que no se produzca allí un crecimiento como champiñones de edificios subiendo de plantas”, confiando en que el proyecto sea “respetuoso con el tipo de ciudad”, y se consensue la solución con los vecinos para que se realojen en la zona, porque son “los que dan alma al Perchel”. Es decir, que recuerdan simplemente que un barrio es algo mas que una acumulación de casas más o menos ordenadas y estructuradas mediante calles, sino que tiene una componente sociodemográfica y cultural incuestionable. El Colegio de Arquitectos, vayan hilando…

Y para rematar la trilogía, ya sabemos que el fondo de inversión catarí de la torre del puerto de Málaga hará también el puerto deportivo de San Andrés, una marina que ocupará 100.000 metros cuadrados y tendrá capacidad para 566 embarcaciones, a 5´de la Estación María Zambrano, a 6’ del solar de los vecinos desahuciados del Perchel, y a dos horas y media de la capital de España. Magnificas infografías de este, desde arriba, en perspectiva, en vuelo picado, por la noche, al atardecer, que de momento habrá que unir a la colección de infografías del Guadalmedina, del puente que cruza la Bahía, de los Baños del Carmen, del PlanLitoral, y por supuesto, toda esa gran Málaga vista desde la ultima planta del nuevo y emblemático Icono de la Bernarda como acertadamente bautizó Salvador Moreno que, por supuesto no es la vieja Farola, a la que los malvados culturetas quieren convertir en BIC solo por joder.

Málaga, por diversos motivos, incluidos los ambientales, se ha convertido en un territorio codiciado, con mucha competencia de usos, segregado, y por tanto conflictivo dado que no nos sobran algunos recursos, en el que ordenación territorial de los mismos debiera ser la condición previa a la realización de estrategias territoriales a llevar a cabo, en todo caso, con criterios inclusivos no solo para evitar que ningún paisano, colectivo o grupos de paisanos, se quede atrás, sino también para involucrarlo en la toma de decisiones, en lo que se denominagobernanza ciudadana. Así que no es mala noticia que la corporación haya presentado este martes los presupuestos participativos 2022, a través de los cuales los vecinos podrán proponer y decidir el destino de los 1,1 millones de euros asignados a esta iniciativa (algo es algo), como mecanismo de participación que permite a la ciudadanía, junto a sus representantes municipales, decidir en qué invertir una parte del presupuesto municipal. Esperemos que cuenten también con los del Perchel.

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