Ibon Navarro contemplaba esta semana un entrenamiento del Málaga CF, además de Juanma Rodríguez, director deportivo del Unicaja, y Marcos Cerveró, preparador físico. Fue una invitación por parte de Sergio Pellicer, que comparte con Ibon una buena amistad. Un flechazo intenso, a raíz de diferentes iniciativas que han compartido ambos transatlánticos, los primeros encuentros entre técnicos que han originado una relación simbólica por motivos obvios. Es agradable ver esa sinergia entre el Málaga y el Unicaja, admiración y reconocimiento mutuo. Frecuente ver a jugadores del Málaga en el Carpena y viceversa. Gustó esa camiseta blanquiazul del Unicaja la pasada temporada o cómo La Rosaleda se volcó con el equipo recién campeón de Copa, hasta gran parte del estadio cantando a capela el himno. Acontecimientos que han juntado a ambos, en un contexto deportivo muy diferente, pero es agradable esa simbiosis. Y la unión entre ambos entrenadores ejemplifica el momento actual. A raíz de ese encuentro durante la semana, Pellicer hablaba de su relación con Ibon Navarro. La claridad del discurso es patente, también el brillo en los ojos, paréntesis para quitarse el traje de entrenador y referirse a alguien cercano.

"A Ibon lo conocí el año pasado y hemos conectado. Somos entrenadores cada uno en una disciplina diferente, en dos deportes diferentes. Pero hay muchas conexiones, como hablamos, en el otro fútbol y en el otro baloncesto. Ha habido buen intercambio. También estoy muy pendiente para ir a un entrenamiento del Unicaja. Esto fue una invitación por parte mía, que se lo dije hace tiempo. Él estaba encantado. Otro ejemplo más de la conexión es que llegó a las 9:30 y se fue a las 18:00 de la tarde. Estuvimos hablando de fútbol, baloncesto, gestión, un intercambio de ideas. Para mí, desde la humildad lo digo, es ponerte en el lado de escuchar, aprender para progresar. Y creo que tanto Ibon como yo lo somos. El Unicaja es un referente, ganaron la Copa del Rey y este año está haciendo algo brutal, convirtiendo el éxito en monotonía, que con el tiempo lo iremos valorando. Y nosotros en ese proceso de seguir mejorando, que haya esa empatía por parte de ambos. Somos gente normal, hablamos de fútbol, baloncesto y la vida. Creo que es la gestión emocional del día a día", reflexionaba Pellicer. Comparten el temperamento, también el arraigo en la ciudad, más pronunciado en el castellonense que el vitoriano. Encaje especial, y algo insólito al menos en los tiempos recientes, el encontrar a los entrenadores de Unicaja y Málaga CF con ese afecto mutuo. Que perdure. Significará que hay una gran estabilidad deportiva en la ciudad.

El mejor 𝐩𝐥𝐚𝐧 ⚽️🏀💙🤍🤝💚💜 pic.twitter.com/sOLx2PHStR

— Málaga CF (@MalagaCF) March 27, 2024