ESCAPARATE de lo que está por venir -en lo que al arte salido de la Facultad de Bellas Artes se refiere-, el Rectorado (Avenida Cervantes, 2) acoge hasta el 23 de julio próximo los trabajos de una decena de estudiantes que se gradúan así con honores añadidos. Blanca Montalvo ha ejercido el comisariado en una exposición que, bajo el título de Divergencias, muestra los discursos, desvelos creativos e intenciones plasmadas en más de 60 obras entremezcladas a lo largo del espacio. No hay lugar para la confusión, sin embargo, puesto que la obra de estos novísimos difiere evidentemente. Desde el minimalismo de Gabriela Mussutto y el muy actual planteamiento en torno a la precariedad (De refugios y otros espacios), a la combinación de disciplinas -vídeo y libro ilustrado- de Clara Rodrigo en su acercamiento a Dante (La última luz), la muestra es una manera de acercarnos, asimismo, a cada una de estas poéticas. De corte cinematográfico y audaz, como ocurre con Hadaly Villasclaras (Un film en train de se faire), que se permite un guiño cómico introduciendo señalética ficticia en la propia sala; emparentándose con la arquitectura en el caso de Anais Angulo, que exhibe sus muebles encontrados, cubriéndolos con capas de aislamiento (Dialogando con vacíos callejeros). Especialmente destacable es el trabajo de Marina Díaz que, en Ancianos y obsolescencia, recurre a la instalación y a un documental que produce cierto extrañamiento merced a su doblaje. En el apartado pictórico está la obra que presenta el prolífico Alejandro Castillo (Painting college se sitúa entre el kitsch, el bad painting, la literatura beat y la repostería), así como el radicalismo velado y vegetal de María Vera (Physis kryptesthai philei), o la pintura centrada en arquitecturas inventadas de Ainara Moya (En el lugar y fuera de él). Graffiti y apropiación conforman las bases del trabajo de Efrén Calderón (Home), de tendencias ecológicas, al tiempo que Isabel Rosado experimenta con la representación en varios niveles, mezclando técnicas y creando ficciones a través de maquetas de cartulina en su muy inquietante Luz de recorte.