Hace unos años, en esta misma columna bajo el título Acentos, les contaba cómo muchos buques de bandera española mostraban faltas de ortografía en sus nombres. Esta circunstancia que de forma genérica ha hecho desaparecer las tildes, sin ningún tipo de reconocimiento oficial, se ha ido perpetuando con el paso del tiempo en base a dos hechos que podrían explicar esta singularidad.

La errónea permisividad que ha liberado de acentos a las letras mayúsculas, y sobre todo, la concesión que se ha hecho al idioma inglés, son las causas fundamentales por las que muchos de los barcos españoles que navegan por el mundo lo hagan luciendo en sus cascos faltas de ortografía. Y si bien existen algunas excepciones (afortunadamente cada vez se ven más buques con sus nombres correctamente escritos), hoy les contaré una verdadera curiosidad que combina lo correcto e incorrecto.

Habitual en aguas malacitanas desde hace algunos años, la patrullera oceánica de la Guardia Civil Rio Miño muestra una singular dualidad ortográfica digna de ser mencionada. Manteniendo en ambas bandas a popa su nombre sin que aparezca la correspondiente tilde en la palabra río, en la lona que cubre su escala, sí que se puede ver la correcta acentuación de este vocablo.

Y aunque esto que les cuento carece de importancia (hasta cierto punto), resulta curioso que en un barco de la Benemérita, que tan cuidadosa es para todos los detalles, nadie haya reparado en esta circunstancia; una singularidad repetida en otros buques de esta institución que explica a la perfección la relajación generalizada que existe a la hora de escribir de forma correcta los nombres en castellano de los barcos que navegan con bandera española.

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