La mar de historias

Juan Carlos / cilveti / puche

El 'Castilla'

EL sábado 1 de agosto de 1914, cuatro días después que estallara la Primera Guerra Mundial, atracaba en el puerto de Málaga el vapor Castilla. Bajo la contraseña de la naviera sevillana Compañía Anónima Vapores Vinuesa, este buque, que, por aquellos años, frecuentaba las aguas malacitanas en diferentes rutas de cabotaje, llegaba con carga general procedente de Valencia con destino a Cádiz.

Esta circunstancia que, al igual que el resto de los movimientos de buques que se sucedieron en aquellos primeros días del conflicto bélico mundial merecieron una especial atención por parte de la prensa de la época, en caso del Castilla, constituyó una verdadera premonición de lo que este vapor de 82 metros de eslora y 1.905 toneladas de registro bruto viviría no muchos años después.

Construido en 1900 en los astilleros británicos R. Thompson & Sons, tras navegar como buque de carga con los colores de la Compañía Vinuesa, en 1917, la recién creada Trasmediterránea lo compraba para ampliar su flota. Destinado al transporte de carbón y mercancías a granel, entre mayo de 1920 y enero de 1921, el Castilla sufría una importante reforma que lo transformaría en un buque hospital.

Durante los años 1921 y 1922, este vapor, frecuentó en muchas ocasiones el puerto de Málaga repatriando a los múltiples heridos que llegaba desde Melilla fruto de la Guerra de África. Después de tomar parte en el desembarco de Alhucemas en septiembre de 1925, y quedar adscrito a la flotilla número cuatro de la Fuerza de Transporte, el Castilla que desde su transformación siempre estuvo considerado como un muy singular buque hospital, finalizaba sus días al hundirse atracado en el puerto de Melilla en abril de 1927.

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