La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Dickens periodista

La edición de esta antología de artículos periodísticos de Dickens demuestra la ‘rabiosa actualidad’ del genial novelista

A veces hay motivos para salir corriendo hacia la librería más cercana, de las pocas que nos van quedando, al tener noticia de la aparición de un libro. Este es uno de esos casos. Gatopardo Ediciones ha publicado Pasiones públicas, emociones privadas, una antología de los artículos periodísticos de Dickens en una ejemplar edición y traducción de Dolores Payás, guionista, realizadora y escritora además de traductora de Patrick Leigh Fermor, W. Stanley Moss –en Mal encuentro a la luz de la luna tradujo la increíble aventura que ambos, cuando eran oficiales británicos del Servicio de Operaciones Especiales, protagonizaron durante la Segunda Guerra Mundial, secuestrando a un general alemán– además de obras de Isherwood o el maravilloso El diamante de Moonfleet de John M. Falkner que tradujo “con el gozo de volver a la infancia y a aquellas siestas benditas en las que engullíamos –a escondidas, se suponía que debíamos dormir– un libro de aventuras tras otro”. ¡Cuántas siestas hemos pasado así! Desde luego hay afinidades electivas librescas.

Dolores Payán ha editado, traducido y prologado este libro con pasión, delicadeza e inteligencia. Desde la cita de Nabokov escogida para abrirlo –“Nos entregamos, desarmados y rendidos, a la voz de Dickens...”– al prólogo que perfila y contextualiza perfectamente al Dickens periodista o detalles llenos de juicio y sensibilidad, como hermanar a Dickens y Chaplin en la presentación del artículo Un recorrido por el asilo de indigentes, esas terribles Workhouse en las que la caridad recluía niños y adultos pobres en un régimen carcelario. Chaplin ingresó en una de ellas con siete años. Dickens trabajó en una fábrica de betún con 11 años. Sus infancias miserables marcaron sus vidas y sus obras, tan próximas al unir humor, melodrama y denuncia.

Entre unas cosas y otras se nos ha ido el santo, o más bien el artículo, al cielo. Volvamos al libro de Dickens, imprescindible por razones no solo literarias. También de actualidad. Porque estos artículos, como señala Payán en el prólogo, están vinculados a nuestra realidad de exclusión social, corrupción política, ética de la vida pública, asepsia de los mundos digitalizados o disparates de la corrección política. Mañana comentaremos uno. Se divertirán y sorprenderán comprobando como el actual neo puritanismo woke de la corrección política es idéntico al puritanismo victoriano.

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