Segunda manifestación por una "sanidad pública y de calidad" en menos de dos meses. Los malagueños volvieron a echarse ayer a la calle para dar un toque de atención sobre el "deterioro" del sistema y advertir que no están dispuestos a tolerar más recortes que precaricen uno de los pilares básicos del estado del bienestar. La marcha fue más numerosa que la de finales de noviembre. Pero más allá de las cifras, puso de manifiesto que los ciudadanos defienden su sanidad pública. Había representantes de partidos políticos, de sindicatos, de organizaciones profesionales y sociales; aunque la mayoría aclaraba que su participación era "a título individual". Muchos globos blancos y algunas batas marcaron una manifestación a la que se sumaron los bomberos de Málaga para hacer oír las razones de su encierro y poner el sonido de las sirenas de emergencia por la sanidad. Familias, trabajadores del sistema sanitario público y de clínicas privadas... Hubo una representación muy diversa recorriendo las calles de Málaga. El Gobierno central y la Junta deben tomar nota: la ciudadanía no quiere más recortes en una de las patas del bienestar conquistado.