LA delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Remedios Martel, puso ayer nota a la labor de la Junta en Málaga en esta legislatura: notable alto. Habrá que suponer que hizo una media con las calificaciones de los distintos departamentos, pero resulta paradójico que precisamente el que ella gestionaba hasta principios de 2011, Medio Ambiente, arroje el saldo quizás más desfavorable. Puede que hoy se adjudique el anteproyecto (primer trámite de un larguísimo proceso administrativo y técnico que puede llevar años hasta que terminen las obras) del recrecimiento de La Concepción, pero no se ha avanzado en las depuradoras pendientes del Guadalhorce, el Genal y Nerja, ni en la ampliación del parque natural de Sierra Tejeda, se ha descartado el Centro de Recuperación de Especies Marinas prometido en la desembocadura del Guadalhorce y nuevamente se ha incumplido la promesa del gran parque en Arraijanal. Por no hablar del cinturón verde de defensa forestal de Málaga contra las inundaciones o la interconexión de los recursos hídricos del Guadalhorce y La Viñuela o Iznájar-Antequera. En Medio Ambiente, la nota también es clara: suspenso. La provincia merece más esfuerzo e inversión.