El prestigioso arquitecto portugués Álvaro Siza, que fuera galardonado con el premio Pritzker en 1992, diseñará el primer hotel de cinco estrellas de Ronda, al aceptar la propuesta del grupo rondeño García Gutiérrez para asumir este proyecto, que se construirá en pleno casco histórico, en el edificio que ocupaba el viejo colegio El Castillo. Este edificio se levanta sobre las ruinas del que fuese castillo de Ronda y que fue destruido por las tropas napoleónicas durante la invasión francesa de la ciudad.

Aunque había recibido diversas invitaciones para realizar alguno de sus diseños en Andalucía, incluso del propio Gobierno andaluz, siempre las había declinado, siendo éste el primero que llevará su firma en la comunidad autónoma. Considerado como uno de los mejores arquitectos del mundo, Siza, que visitó ayer Ronda, dijo sentirse "asustado" ante esta responsabilidad, dado el entorno natural y urbanístico en el que se enclava el proyecto. Además, dijo que para él esta intervención supone "una gran responsabilidad" y un "estímulo extraordinario".

Los elogios de Siza al lugar de ubicación y a su entorno llegaron a tal punto que afirmó: "Si no conseguimos hacer una obra buena tendremos que reconocer que somos muy malos". Mientras, el alcalde de la ciudad, Antonio Marín Lara, agradeció a los promotores la elección de un arquitecto de tal prestigio, señalando que "están haciendo ciudad, futuro y historia". En cuanto a la intervención, los promotores pretenden contar con los permisos a finales de 2011, al tratarse, además, de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Por ello, será necesario que con anterioridad se apruebe el Plan Especial del Casco Histórico, que contempla esta actuación y que se encuentra en fase de redacción.

Mientras, habrá que esperar hasta 2012 para poder ver el inicio de las obras de construcción, que tienen un coste de 50 millones de euros. El futuro hotel contará con un mínimo de 200 habitaciones y capacidad para acoger unos 2.000 congresistas en sus salones. A ello unirá zonas de ocio, como un spa, la integración de la iglesia de María Auxiliadora y los restos que puedan aparecer del viejo castillo, que serán uno de los atractivos del complejo.