La acumulación de partidos hace parecer que se lleva mucha temporada, pero estamos en noviembre y queda más de tres cuartos de partidos. Sucede que la tendencia del Unicaja no es buena. Se asumía que con la presencia en la Euroliga aumentaría la cantidad de partidos perdidos, pero una cosa es imaginarlo y otra padecerlo. Después de ganar cuatro de los cinco primeros partidos (Supercopa aparte) oficiales de la temporada, el Unicaja suma ocho derrotas en los últimos 11 partidos. Al menos cuatro partidos de esos ocho perdidos eran ganables o muy ganables (Zalgiris, Bamberg, Baskonia, los tres en casa, y Delteco a domicilio). Las derrotas en el Carpena siempre duelen más. Y los vapuleos sufridos en Valencia y Madrid, por más que Plaza se esfuerce en enmarcarlos dentro de una dinámica de competición distinta esta temporada, duelen.

Se confeccionó una plantilla de 14 jugadores, larga, con dos jugadores de la cantera en los teóricos últimos puestos. Soluade y Okouo completaron una buena pretemporada pero su presencia en partidos oficiales ha sido escasa, si salvamos los 24 minutos que jugó el británico en Madrid. Parecía una plantilla profunda y cuadrada, pero se advierten grietas. La dependencia de Nedovic es muy alta ofensivamente. Hay un problema de baloncesto en ataque, no se generan apenas canastas fáciles. No en vano, es el peor equipo en esta faceta en la Euroliga una vez se ha rebasado el primer cuarto de competición. 71.2 puntos por partido anota el Unicaja. Es el peor triplista (28%), el 15º de los 16 equipos en tiros libres (66%) y el 13º en tiros de dos (50%). Las palizas de Valencia y Madrid le hace tener el peor average general de la competición.

Musli ya dispone de agente después de dejar a Raznatovic en verano

Se detectan grietas y el Unicaja estudia la posibilidad de fichar a un base o un combo que pueda jugar de escolta. Ha realizado sondeos en el mercado para ver qué y cómo hay disponible. Aunque es relativamente bastante pronto, McCallum no muestra la continuidad y solidez que sí apuntó en pretemporada. Su mejor versión ha sido con juego roto en situaciones de ida y vuelta. Y Alberto Díaz atraviesa un momento bajo, por más que su último partido en Madrid incluyera la única nota positiva en la debacle. Soluade, de partida el tercer base, jugó los 24 minutos de Madrid como escolta junto a McCallum o Alberto. Hay condicionantes de cupos y mercado en todo el entramado. También económicos, aunque la salida de Dejan Musli es una posibilidad abierta. Tras dejar a Misko Raznatovic el pasado verano tiene nueva agencia de representación, Wasserman Group, llevada en España por Arturo Ortega.

La realidad es que el ataque estático del Unicaja es bastante mejorable en este arranque. La falta de confianza en el tiro (entre Alberto y McCallum han metido 19 triples en 17 partidos oficiales) de los bases hace que las defensas se blinden y pasen bloqueos por detrás con ellos. De hecho, Nedovic es el máximo asistente del equipo (3.9 por partido). Entre Alberto y McCallum suman 5. Evidentemente, focalizar todos los problemas del equipo en la posición de base sería injusto. De fondo también el problema físico de Nedovic con los hombros. Ya paró en verano y ha tenido que volver a hacerlo. Y es el único jugador que aúna la amenaza del tiro y del desborde de entre los abundantes exteriores de los que dispone el Unicaja. No ha sido, desde luego, el primer cuarto de temporada soñado.