Dejó por el camino el Unicaja alguna que otra alegría que ahora deberá recuperar en el transcurso hasta mayo. La complejidad de la hoja de ruta obliga a amarrar, casi por obligación, los partidos en casa. También en los que en frente están contrincantes de iguales o menores recursos. Por eso, los tres que hay en el horizonte son accesorios para propulsarse en Euroliga y en ACB.

Imponerse al Efes supuso engancharse de nuevo a puestos más ambiciosos y salir del bache de tres traspiés seguidos. De poco servirá si el Carpena no hace buenos los botines extraídos lejos de Málaga, que van a ser los menos. Alcanzar ese 50% demandado por Joan Plaza pasa por abrochar todos los partidos posibles en casa. Y el calendario brinda una generosa oportunidad en los próximos días. Estrella Roja y Zalgiris, a priori rivales con menos potencial que el cajista, visitan el feudo verde.

Primero lo harán los serbios, el viernes a las 20:45. Los de Dusan Alimpijevic presumen de idéntico balance que el Unicaja, con el añadido que aún no saben lo que es ganar en una pista que no sea el Kombank Arena. Sin el calor de su numerosa y ruidosa afición son más vulnerables y precisamente el Zalgiris, Khimki y Brose dan fe de ello. El martes de la semana próxima rendirá visita el equipo de Sarunas Jasikevicius. Su hoja de resultados también es la misma, aunque los lituanos ya demostraron que a kilómetros de Kaunas no pierden fuelle. Asaltaron el Palau e hicieron sudar al CSKA de Moscú. Ganar o perder coge valor doble por ser el Carpena el escenario y porque son rivales directos. Cuesta reponerse el doble de un traspié de este calado porque luego toca reponerse ante entidades de mayor caché.

Entre medias el Delteco Gipuzkoa Básket ejercerá de anfitrión ante club de Los Guindos en ACB. La derrota a manos del Baskonia obliga a estrechar el margen de error si no se quiere sufrir por estar en la Copa del Rey. El calendario brinda una oportunidad para recuperar terreno.