Anda el fútbol cosido a las palabras de Simeone como si hubiera inventado el fútbol en los últimos tres años. Ya hasta el en boga Pablo Iglesias dice que ha adaptado el manido eslogan del "partido a partido". Bien podría pedir derechos de autor Juan Ramón Muñiz, quien se hartó de justificar esa táctica como la única posible para sacar adelante sus proyectos, sólo que a él en lugar de seguidores le salían justicieros por todos lados. Precisamente al asturiano, hombre de perfil al de Javi Gracia, fue de los pocos entrenadores en dar algo de vidilla en la competición del ko. El técnico navarro quiere apuntarse a ese carro. Toca rematar la eliminatoria bien encarada ante el Levante. Adaptando el cacareado eslogan a la Copa del Rey, hay que ir sorbo a sorbo. Esta noche, el tercero.

Cuesta creer que el Málaga no logre el pase a los cuartos de final. Porque demostró ser mejor que el Levante en la ida, también tener más ganas de avanzar rondas. Lucas Alcaraz ya dejó claro con su convocatoria del encuentro de la semana pasada que demasiados problemas tiene ya para salvar la vida en Liga como para complicarse con más encuentros en una competición para la que no puede disfrutar de fondo de armario. Queda lo más fácil, rematar la eliminatoria. Pero también puede volverse una tarea realmente complicada si los pupilos blanquiazules se creen que sólo por inercia se plantarán en cuartos de final. Para los más temerosos, baste recordar la capacidad hipnótica de Javi Gracia para tener a los suyos siempre en tensión, ya sea el once de galas o uno parcheado. Otra cosa es el azar de lo que pueda ocurrir en el terreno de juego.

Este tipo de encuentros se puede afrontar de dos maneras: haciendo valer el 2-0 de la ida y manteniendo un rigor defensivo durante los 90 minutos o yendo a por un gol que obligaría al Levante a contrarrestarlo con cuatro. El entrenador blanquiazul se adscribe a esta última teoría, básicamente porque ha enseñado a su equipo a no saber especular, sean cuales sean las circunstancias. Sus palabras tienen el refrendo de que ya han enlazado 15 partidos oficiales marcando de manera consecutiva.

La convocatoria no permite lugar a las dudas, Gracia va con los mismos que suele llevarse en Liga. También porque no hay mucho más donde escoger, aunque Portillo y Rescaldani se quedaron fuera, mandándoles de paso un recordatorio de que tienen los días contados en el mercado de invierno. Otra cosa distinta es cómo componga el once. Ya se sabe que Ochoa tiene puesto garantizado. A partir de ahí, habrá rotaciones pero entre tipos que en algún momento u otro han sido titulares en Liga. Parece casi seguro que futbolistas como Juanmi, Ricardo Horta y Juanpi Añor tienen garantizado un sitio en la alineación. Y se podrá ver el estreno de Filipenko como malaguista. Puede que incluso lo haga como titular. Lleva poco aquí y la barrera idiomática con sus compañeros es importante, pero si hay un escenario con menos índice de riesgo para su puesta de largo es el choque de esta noche. Y puede suplir su falta de adaptación con su amplia experiencia.

Desde Valencia se enarbola el discurso obligatorio de la lucha hasta el último minuto, pero no precisamente en un tono bélico ni con grandes invocaciones de remontada. Y jugadores como Navarro, Morales, Víctor Casadesús, Ivanschitz y Sissoko se han quedado fuera de la lista. Está claro que cualquier mal resultado sólo podría ser exclusivamente por demérito del Málaga. Pero esto es la Copa del Rey, siempre hay un asterisco ligado a sus partidos.