El Málaga necesita de todos los recursos de su plantilla para apurar el sueño europeo. Cualquier grano de arena puede ser de gran utilidad. Por diversas razones, Javi Gracia no encuentra la estabilidad en el ataque; suerte que el equipo es el segundo que mejor rentabiliza sus tantos en la Liga (suma casi 1,5 puntos por cada tanto anotado). Pero hay que tirar de donde sea para acabar al menos séptimo a final de temporada. Sucede, además, que el equipo está huérfano de gol y de referentes ofensivos, por lo que hará falta su mejor versión en esta de decena de jornadas que quedan. Amrabat, que vino para ser la estrella del Málaga, y Javi, Guerra, cazado en el mercado de invierno para tapar la gran ausencia de Santa Cruz, están llamados a dar un paso al frente en este tramo decisivo de la competición.

A pesar de que el aficionado anda bastante contento por que los referentes de ataque sean en su mayoría futbolistas de la cantera, también espera que a domicilio los suyos den un paso al frente y ello pasa por tirar de futbolistas veteranos a los que no les tiemble el pulso y pueda aportar goles y experiencia. La buena noticia es que parece que tanto el holandés como el veleño están dispuestos a afrontar el desafío y a dar al equipo y la afición lo que se demanda de ellos.

Amrabat, por ejemplo, ya se puso ayer a trabajar con el equipo en la vuelta al tajo tras las vacaciones. Aún le quedaba un partido amistoso por jugar a Marruecos, si bien el futbolista blanquiazul quiso reincorporarse de inmediato a la disciplina blanquiazul para al fin conseguir la titularidad, que se le está resistiendo desde hace más de un mes. Contra el Córdoba se convirtió en ese futbolista decisivo que de él se espera marcando el tanto que sentenció el triunfo, aunque en Vallecas no se vio nada de ese revulsivo que pretende Javi Gracia.

Por su parte, Javi Guerra ya ha mandado al limbo los problemas de gemelo que le han traído por la calle de la amargura en las últimas jornadas. Y está dispuesto a transformar en juego y goles toda la revanchar acumulada en este tiempo. "Después de estar tres semanas parado, los que hemos estado lesionado hemos podido recargar un poco más las piernas y coger un buen tono muscular. La lesión fue un contratiempo para mí. Fue más de lo que yo esperaba, aunque ahora estoy totalmente recuperado y disponible para todo lo que necesiten", comentó ayer el cedido por el Cardiff, que sabe también que hablar de una continuidad para el año que viene estará también muy condicionado por lo que pueda hacer de aquí a finales de mayo: "Por mí, estaría encantado de quedarme en el Málaga. Es una tontería hablar de esa posibilidad porque hasta que no termine la temporada no se sabe. Yo quiero terminar jugando y, sobre todo, autoexigirme más porque no estoy contento con mi rendimiento.

Según comentó Javi Guerra, la palabra Europa no tiene que ser un inhibidor sino un propulsor: "Queda lo mejor y lo más importante. Es un reto difícil y muy bonito pero no tenemos que meternos presión. En casa tenemos que volver a ganar y sumar puntos para podernos enganchar a los puestos europeos".