Se dice que el Camp Nou y el Santiago Bernabéu suponen las visitas al dentista para los equipos mortales de la Liga. Pero no es el caso del Málaga. Ahí queda el punto sacado de Barcelona hace unas semanas, reincidente tras el 0-1 obrado por Juanmi. Y el año pasado el equipo de Javi Gracia también salió ileso de Chamartín. Es, no obstante, Mestalla la asignatura pendiente. Además, de varios años. Bajo la actual denominación no se ha podido cantar victoria aún allí. No es sólo una superstición que afecte a resultados. Algunos partidos quedaron marcados por horrendas actuaciones arbitrales. Juande Ramos se convierte en el enésimo talismán que invoca el Málaga para cantar victoria de una vez.

Tres empates en 15 visitas es la tristísima carta de presentación blanquiazul en la Ciudad del Turia desde su refundación. La cosa comenzó bien, con un 2-2 en la temporada 99/00 en el que Catanha igualó por dos veces la ventaja valencianista, el segundo ya en el tiempo de descuento. Sendos 3-0 encajados en los últimos dos desplazamientos dan idea de lo que le cuesta al Málaga jugar allí. El técnico manchego disputará su segundo encuentro en Mestalla como entrenador blanquiazul; en el anterior cayó por la mínima merced a un solitario tanto del ya retirado Carlos Marchena.

Hay que remontarse 52 años en el tiempo para encontrar la única victoria de toda la historia del club. Un 0-2 de los pupilos dirigidos por Chales -abuelo de Raúl Iznata, entrenador del Málaga Femenino-, con tantos obrados por León Lasa y Vicente Pahuet (este de la Comunidad Valenciana, curiosamente). Eso sí, en muchas ocasiones estuvo a punto de producirse el estreno. En la retina quedan dos partidos sonados en los que se rozó el triunfo. Primero en la campaña 08/09, con un Málaga recién ascendido que completó una primera parte prodigiosa en Mestalla. Jugadores como Albert Luque, Baha, Eliseu, Apoño o Calleja bordaron el fútbol pero increíblemente el resultado fue 0-0 al descanso. Luego Villa pondría por delante al Valencia, aunque al menos Salva Ballesta rescató un punto.

Más sacudidas tuvo el 4-3 de hace seis temporadas. El de aquella noche fue uno de los peores arbitrajes recibidos por el Málaga CF en su historia. Y, a pesar de ello, el equipo -ya en manos de Manuel Pellegrini- compitió de manera admirable. Demichelis y Helder vieron la roja, luego también el chileno, harto del expolio. El argentino a los 16 minutos por penalti y expulsión que era, aunque con el asterisco de que Mata recibió en fuera de juego. El luso, por un supuesto insulto a un asistente que se encontraba bastante retirado de su presencia. Y, aun con nueve, el Málaga llegó a igualar. Pero Aduriz, a dos del final, obró la remontada. Por el camino se quedó también un claro penalti a Eliseu. Cicatrices que aún sangran.

Para buscar el enésimo intento, no dispondría de mejor talismán Juande Ramos que de Sandro. El jugador canario es el máximo realizador con seis dianas y no se entiende el juego del equipo sin él. No obstante, ayer no dio continuidad a la buena progresión que había mostrado en el entrenamiento del jueves y se ejercitó a menor ritmo. Hoy toca convocatoria y es posible que el entrenador blanquiazul lo incluya en una lista de 19 a la espera de cómo evolucione en las próximas 48 horas. Pero a día de hoy hay que ser negativo con respecto a su concurso.