Los vecinos de la barriada de Santa Amalia de Alhaurín de la Torre volvieron ayer a sus viviendas provistos de botas de agua, fregonas y recogedores para intentar limpiar el lodo que se ha acumulado después de las inundaciones provocadas por la crecida del río Guadalhorce, que el viernes volvió a desbordarse. Defiende que sus viviendas son legales y solicitan la declaración de zona catastrófica.
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