Tinta con limón

josé L. Malo /

Sin Dios no eres nadie

RELIGIÓN: monedas que saben a oblea; un colchón para las almas más frágiles; la Champions de los dioses; el edén si haces lo que te digo, el averno como te atrevas a discutirlo; religión: los mil y un manuales de cómo vivir la fe.

Ostras, vaya mosqueo grande la publicación del BOE sobre el currículo de la enseñanza de Religión Católica. Creer en Dios, sí o no; y en cuál, si la respuesta es afirmativa, el debate no puede ser más primigenio. Y seguirá sin ponernos de acuerdo a los que no depositamos la fe en un ser superior y los que lo hacen. No obstante, no parece muy pedagógico incluir unos criterios de evaluación para los estudiantes en los que se afirma sin pudor alguno que hay que "reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad". En los 23 páginas del polémico documento, se recogen otras pinceladas (que rima con burradas) como que se debe "conocer y aceptar con respeto los momentos históricos de conflicto entre la ciencia y la fe, sabiendo dar razones justificadas de la actuación de la Iglesia". Dicho de otro modo, que no le guardemos rencor a la Santa Inquisición y demás, se mira para otro lado y punto. Ah, eso sí, el que intente apropiarse de los dones de Dios y valerse por sí mismo sin ayudas divinas, ese sí que es un pecador peligrosísimo, un Torquemada de verdad.

Vale que el Estado español es aconfesional y no laico, y vale que Religión es voluntaria para los alumnos y para los centros obligatorio ofrecerla a quienes la solicitan. Pero el creacionismo al que tufa de esta decisión no supone completar la formación de un alumno, sino ofrecerle un conflicto gratuito. De hecho, un estudiante realmente aplicado en Religión debería ser consecuente y suspender en Ciencias Naturales, porque Darwin sería el mayor de los herejes.

Tengo amigos creyentes escandalizados con la publicación del BOE. Misioneros, tipos que viven y comparten la fe sin imponerla, gente que prefiere amar a adoctrinar. Y no es ilógico que un gobierno de derechas dé más impulso a la religión en los centros, pero una corporación que fue capando la asignatura de Educación para la Ciudadanía hasta prohibirla por considerarla "susceptible de adoctrinamiento ideológico" ahora se baja los pantalones ante la Conferencia Episcopal sin tomar conciencia real de lo que provocará a largo plazo. Yo no sé si Dios existe, pero tampoco creo que el Diablo sea peor que Wert.

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