La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Feliz resistencia íntima

Para 2024 les deseo que fortalezcan su resistencia íntima frente a cierta actualidad que se impone

Ha sido un buen año el que hoy termina? Catástrofes y guerras aparte, situándonos en un horizonte de normalidad cotidiana, depende de cómo a usted, a los suyos y a cuantos quiera, y solo a usted, a los suyos y a cuantos quiera, les haya ido. Y nada más. La alegría o la tristeza, la felicidad o la desdicha son, como el dolor y la muerte, cuestiones absolutamente personales que solo circunstancias excepcionales pueden hacer colectivas generando una tristeza, una desdicha y un dolor universal.

Esto nada tiene que ver con el egoísmo ni excluye la compasión que nos hace identificarnos con los males que padecen otros fuera de nuestra esfera de afectos personales. Muy al contrario: solo quien se ama a sí mismo y ama a unos seres humanos concretos puede sentir afecto y compasión por aquellos a quienes no conoce. Hemos estado y estamos sobrados de quienes matan a los seres humanos concretos, y por millones, en nombre de la humanidad, como si en ellos se cumpliera lo que dice un personaje de Los hermanos Karamazov: “Cuanto más amo a la humanidad en general menos amo a las personas individualmente”.

Lo que hoy les aconsejo, en la despedida del año viejo que tantos balances genera y el recibimiento del nuevo que tantos proyectos alienta, es volver del revés esa frase: cuanto más amemos a las personas concretas, más amaremos a la humanidad. Empezando por amarnos a nosotros. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, ordenó Yahvé a Moisés. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, repitió cuando se encarnó en Jesús Nazareno. Para Dios la medida del amor a los demás es el que cada cual sienta por sí mismo. Y a nadie se le ocurriría acusarlo –ya sea cuando es incorpóreo o cuando toma cuerpo– de ser un apologeta del egoísmo que se desentiende de la compasión y la caridad.

En lo que a todos nos concierne las cosas están como están, los políticos son los que son, el Gobierno, la oposición y los partidos que les apoyan y/o les lastran –independentistas y populistas– son los que son. Por eso para 2024 les deseo que fortalezcan esa resistencia íntima sobre la que Josep María Esquirol escribe en su libro así titulado (Acantilado): “Resistencia a la actualidad; a esta actualidad que se impone y se nos impone… El resistente se resiste al dominio y a la victoria del egoísmo, a la indiferencia, al imperio de la actualidad, al absurdo, al mal y a la injusticia”. Feliz 2024.

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