la tribuna

Juan Carlos Pérez-Lanzac López, farmacéutico

Personas con perro y personas sin perro

ESTA mañana al pasear a mi perra Tana, me he encontrado a una señora conocida del vecindario que tiene 90 años. Se llama Lola y me contó que había tenido perro y que la experiencia fue tan gratificante que no lo ha querido sustituir. Lo incineró y lo conserva en una cajita en su salón. Me contaba la complicidad que tenían los dos y que con la mirada se hablaban. Ella es de Pamplona y quiere que cuando la llame Dios, la incineren y en la urna le pongan la cajita con las cenizas de su perro. Es como si te quedas viuda o viudo y guardas tan buen recuerdo que no quieres sustituto.

Le conté que un poeta, de cuyo nombre no me acuerdo, decía que si en una casa cabe un perro es un pecado no tenerlo. Me comentaba que ahora en verano hay muchos perros abandonados, cosa que ellos no harían con nosotros, y es verdad. He tenido a mi perra Tana desde hace 7 años y me he separado de ella dos fines de semana, incluso en mis viajes en el coche se ha venido conmigo. No sé si es la raza, -bodeguera- pero si me pongo a realzar sus cualidades, no termino.

Lola me decía que las personas que tenemos perro somos diferentes a las que no les gustan. Establecimos un diálogo sobre las cualidades de las personas con perros y su parecido con ellos. No significa que minusvalores a las que no les gusten estos animalitos.

Es verdad que son los animales más cercanos al ser humano y que más compañía aportan. Los gatos son más independientes y no necesitan ser sacados a la calle, son menos vitales y más fríos en sus manifestaciones de cariño. Otras personas prefieren el canario, que también acompaña por su canto y se alegra cuando nos ve y nos conoce. Otras mascotas son los periquitos, conejos, tortugas, etc., pero el rey de las mascotas es el perro. Es curioso pero apenas se ven razas de perros españolas, todos son extranjeros; chinos, ingleses, franceses, alemanes... En España tenemos reconocidas 23 razas que son: alano español, pastor mallorquín, presa mallorquín, podenco mallorquín, pastor vasco, galgo, pastor catalán, ratonero valenciano, mastín de los Pirineos, mastín español, perdiguero gallego, perdiguero de Burgos, perro de agua español, majorero, presa canario, podenco andaluz, podenco canario, podenco gallego, pachón navarro, maneto, garafíano. Espero ver nuestras razas en la calle.

Me decía la señora Lola: "Juan Carlos, mi perro, era obediente a mis palabras, me entendía muchas de ellas e incluso sabía mi estado de ánimo mirándome a los ojos. Tenía una paciencia inagotable. Si alguna vez le regañaba, nunca me guardaba rencor y al rato, con una caricia se le olvidaba todo. Intentaba siempre comer de mi comida, mirándome y cuando no le daba nada, se iba a su pienso, pero él esperaba por si acaso cogía algo".

Yo le decía a Lola que mi perra era capaz de pensar, y le conté una anécdota que me pasó con Tana un en el campo. Se celebraba el Día de las Sopas Perotas y quería ir, pero sin ella. Nos bajamos del coche y Tana se dio cuenta de que no subí las persianas de la casa, no sacaba las cosas del coche como siempre hacía, y se alejó de mí. Yo la llamaba para dejarla dentro de la casa, pero no había manera, de modo que tuve que hacer toda la rutina que normalmente hago cuando llegamos, levantar las persianas, sacar las cosas del coche, ordenar y sentarme en el sillón del salón; entonces fue cuando se acercó a mí y pude cogerla. La dejé en casa y disfruté con mis paisanos de las sopas perotas. Pilar dedujo que eso es pensar, no es instinto. Al volver en lugar de ladrarme, se alegró de verme. Solamente me ha ladrado en tono suave una vez que la dejé tres días en una perrera, y cuando fui a recogerla me lanzó unos ladridos con la cabeza hacia arriba a modo de aullidos, una forma de regañarme por abandonarla.

Pues bien, concluimos que los perros son obedientes, sumisos, no guardan rencor, son cariñosos y sobretodo tienen toda la paciencia del mundo, admiten a las personas como su jefe y con ellas hasta la muerte.

Podríamos acercarnos un poco a sus cualidades. En primer lugar, aprender a vivir el presente. Esto les pasa a todos los animales. El hombre está más en el pasado o en el futuro que en el presente y esto es una desventaja. Podríamos aprender a tener más paciencia con nosotros mismos y con los demás. Todo lo queremos al momento, siempre vamos deprisa aunque no nos espere nadie. No tener tantos rencores y saber perdonar. Manifestar cariño, con abrazos y besos. Hay personas que dicen que el cariño se demuestra con hechos y no abrazan ni besan ni a su madre o hijo y estas manifestaciones son necesarias, por eso mucha gente dice que en su casa quien más lo quiere es su perro. Y un dicho que dice "mientras más conozco a las personas más me gusta mi perro". Esto no es así porque existen muchas personas buenas.

El caso es que después de este rato de conversación pensamos que quizás las personas a las que les gustan y tienen perros, sean más sacrificadas, más solidarias, más humildes, más flexibles en la aceptación de las cosas de la vida, más cariñosas, más comprensivas, más pacientes, más solidarias,... Esto no es un axioma, sin embargo, el contacto en tu casa con un perro te comunica parte de sus virtudes y aprendes de ellos con la observación de sus comportamientos. No quiere decir que las personas sin perros sean peores, pero sí es verdad que las que tenemos perro tenemos otra visión o criterio de ciertas cosas de la vida. En la sociedad, los perros han tomado tal protagonismo que generan millones de euros, entre veterinarios, piensos, centros de acogida, tiendas de artículos, cría y venta, además del papel social de compañía. Espero que mi Tana me dure y no quiero ni pensar el día que me falte, pero como no se sabe, a lo peor me voy yo antes. En cualquier caso los dos iremos al cielo. No los abandonéis.

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