Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

Pollo no, AVE sí

MIREN por donde, que el AVE no solamente ha traído a Málaga el futuro, sino también el espíritu del consenso al PSOE provincial. Me explico. Después del tortuoso proceso asambleario de los socialistas malagueños para componer las listas de los comicios del 9 de marzo, lleno de tensiones, empujones y zancadillas, y cuando parecía necesario algo más que un milagro para que no se armara la marimorena, ha sido el tren de alta velocidad, mejor dicho su acto inaugural, el que ha servido como instrumento para el consenso, aunque haya sido por bemoles.

Los resultados de las asambleas de las agrupaciones socialistas anunciaban un comité provincial a cara de perro entre oficialistas y críticos. El profesor José María Martín Delgado intentaba, casi a la desesperada, una salida airosa a la complicada situación dibujada por el voto de la militancia. Pero la ejecutiva provincial no parecía dispuesta al acuerdo. El viernes, a última hora, no se le ponían ni al teléfono en la sede de Los Arcos. Fue entonces cuando desde Sevilla, dicen que alguien por encima de Luis Pizarro, ordenó que estallara la paz. En vísperas de la llegada del primer tren AVE a Málaga, con José Luis Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves, no se podía consentir que una rebelión empañara la que ha sido para Málaga una de las mejores noticias del siglo XXI. La consigna fue pollo no, AVE sí.

La salomónica decisión, que a primera vista deja en tablas la primera gran partida entre los unos y los otros, aunque no sea así exactamente, pasaba por dejar las distintas candidaturas casi como las de los comicios de 2003. Los críticos no se negaron a fumar la pipa de la paz, conscientes de que habían conseguido más de lo que esperaban. A Bustinduy y su gente no les hizo falta mucho tiempo para darse cuenta de que no había muchas otras alternativas. En la mañana del sábado la ejecutiva oficializaba una decisión, para más de uno a regañadientes, pocos minutos antes de que iniciara su sesión el comité, con una asistencia masiva, y con los resultados conocidos y que, al menos, se esperaba que mantengan la paz, aunque armada, hasta después de la cita con las urnas casi en primavera. Aunque a nadie se le escapa que ahora la correlación de fuerzas en el seno de la organización es bastante diferente a aquella que hizo posible en su día el histórico triunfo de 'los catetos'. Algunos personajes de la reciente historia del PSOE de Málaga, como Rafael Granados, vuelven a demostrar que son gallitos en su corral.

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