El nuevo obispo

Ha cesado el obispo de Málaga, don Antonio Dorado, por razones de edad, una persona dialogante donde los haya, de gran inteligencia, muy concienciado con los asuntos sociales y que en alguna ocasión lanzó alguna puya contra la gente adinerada que tenía la Costa del Sol como un escaparate para una vida licenciosa, llena de lujos, que contrastaba con las estrecheces y privaciones de una buena parte de la población. Ahora va a ser sustituido por don Jesús Catalá Ibáñez, que lógicamente es una incógnita y del que la única información de que se dispone -según qué fuentes, claro- es de que tiene un carácter conservador, en la línea de monseñor Rouco Valera y de la línea dura, si es que la hubiera, episcopal. Mantiene una web de cuando era obispo de Alcalá de Henares, que suponemos trasladará a Málaga, lo que suponemos será un mero cambio en el encabezado. En dicha página se podrá consultar su línea de pensamiento, si es abierta, conservadora, inmovilista, dialogante, comprensiva, etc. y sus puntos de vista sobre temas candentes, como los que hay planteados ahora mismo entre la Iglesia española y el Gobierno. Sus puntos de vista en relación con "lo gay", o con lo homosexual que es lo mismo pero más extenso, seguramente van a chocar sobremanera con el segmento de población que ha nacido o que ha adquirido esa condición, más bien esto último porque parece ser que para él la homosexualidad es una desviación sexual aprendida. Pero este obispo no es un cualquiera dentro de la Iglesia española: es presidente de la Comisión de Pastoral de la CEE, que ya nos explicará lo que es desde un púlpito tan prestigioso como es el de la Catedral, donde en los últimos tiempos hubo grandes oradores, muy cristianos, muy concienciados con los temas de la pobreza y de la libertad de las personas, y algo molestos para la Autoridad competente, que llegaba a enviar a policías de paisano para ver si don José María González se mantenía en sus desviaciones políticas o seguía avanzando en lo de pedir justicia y libertad para los demás, que ya sabemos que al final todo se convierte en libertinaje, como pueden comprobar en la España actual de Zapatero. Como decimos más arriba uno de los caballos de batalla principales, sin embargo, es el tema de la homosexualidad a la que desde la Pastoral de la CEE ha fustigado sin parar. En una de sus homilías llegó a definirla como una anormalidad psicológica, ya que Dios creó al hombre y a la mujer y los hizo como seres sexuados. Dios no creó híbridos, que son improductivos por definición. Afirma que tiene curación al ser una desviación sexual aprendida. "…No es una enfermedad en absoluto, no tiene absolutamente ninguna base genética, tiene al cien por cien una metodología de aprendizaje. Si usted lo que hace es ponerme en un ambiente propicio, me está educando a ser homosexual. Querida sociedad edúquenme en lo que soy, soy varón, en mis genes y en mi fisiología, no soy un mixto". Seguramente desde su cátedra sagrada nos iluminará con sus enseñanzas que esperemos no se reduzcan al tema que hemos tratado.

Alfonso Valencia Lozano (Correo electrónico)

El Gobierno español proporcionará garantías de hasta 100.000 millones de euros por la deuda nueva emitida por los bancos comerciales en 2008, y una cantidad aún sin especificar durante el próximo año, como parte del plan de la Eurozona para restablecer la confianza en el sistema financiero y según el decreto aprobado el lunes por el Consejo de Ministros. José Luis Rodríguez Zapatero, presidente, hizo el anuncio tras una reunión de emergencia que mantuvo por la mañana el Consejo y que siguió a la cumbre de la Eurozona celebrada el domingo en París. Siguiendo el acuerdo al que se llegó en la capital francesa, las garantías españolas cubrirán bonos y demás deuda con un vencimiento máximo de cinco años. Zapatero dijo que el Consejo de Ministros también había aprobado una medida "preventiva" que permitiría que el Gobierno comprara acciones bancarias, aunque los ministros dijeron que en este momento no veían la necesidad de inyectar capital a las instituciones financieras españolas. Las garantías de la deuda bancaria no se traducirán en ningún coste para el contribuyente, a condición de que "el sistema financiero reaccione como esperamos", dijo Zapatero. (...)