La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

¿La carta de Sánchez era de Pichardo?

Broma, y pesada, es que Sánchez –¡Sánchez!– pida a sus ministros y ministras: “Honremos la palabra dada”

Compró Sánchez la carta a sus ministros y ministras en Pichardo? Allí me compraban las de los Reyes Magos cuando era niño, con sus palmeras, su cielo con estrellitas, sus tres coronas y su estrella de Oriente. Pero era en el Pichardo de José Gestoso que abrió, mira por dónde, el año que nací yo, y era una imprenta y papelería que además vendía artículos de broma y figuritas de nacimientos. Quizás, en el caso de que comprara allí su carta, nadie le advirtió que aquella papelería cerró y la familia se especializó en artículos para nacimientos en su tienda de Javier Lasso de la Vega, y de bromas y disfraces en la de la plaza Fernando de Herrera. A esta se debió encaminar el presidente, creyendo que seguía siendo papelería e imprenta, para encargar la broma de su carta.

Porque solo que se trate de una broma puede explicar que, quien dijo en su investidura que el Gobierno será un “muro” frente a la “agenda reaccionaria” de las “derechas retrógradas” que son media España porque en ellas metió no solo a Vox, también al PP que Feijóo ha llevado a un “camino de perdición” uniendo su “destino al de la ultraderecha”, diga en su carta: “A la crispación responderemos con trabajo. Al ruido interesado, con diálogo y mano tendida. A la descalificación y el insulto, con una apelación sincera a la concordia y la convivencia que anhela la mayoría de la sociedad”. Por lo visto el improbable diálogo se establecerá gritando a través del muro, la mano se tenderá, si se hace, por una gatera y esa concordia y convivencia que anhela la mayoría se logrará confinando a media España tras él. El interlocutor con el que se dialogará y al que se tenderá la mano supongo que será el mismo Feijóo al que ha acusado de unirse “al club reaccionario de Trump, Le Pen, Orbán y Abascal”, olvidando que nada es más trumpiano que invocar el lawfare, como se hace en el documento firmado por el PSOE y Junts, y que debe la Presidencia a los siete votos de quienes llamó Le Pen de la política española y ultraderecha xenófoba.

Broma, y pesada, es que Sánchez pida a sus ministros “honremos la palabra dada”. ¡Sánchez! ¡El mismo que negó la amnistía en cuatro ocasiones y la utilizó en el Congreso para justificar el indulto, diciendo que “a diferencia de la amnistía, no niega la existencia del delito ni la responsabilidad de los autores”! Sí, en Pichardo debió comprar la broma de su carta.

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