La tribuna

Francisco López

Una legislatura para la cultura

EN estos días llegamos al final de una legislatura cuyo balance ha supuesto extraordinarios avances y mejoras en muchos aspectos de la sociedad, tanto en Andalucía como también, y muy especialmente, en Málaga. Y en esta etapa la cultura ha ocupado un lugar especialmente relevante. En nuestra provincia, estos últimos cuatro años han servido para poner los pilares de grandes proyectos culturales, desbloqueando o rescatando algunos otros que estaban perdidos en el fondo de la mala memoria de anteriores gobiernos de la nación. Es el caso del nuevo Auditorio, del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana o el novedoso Parque de los Cuentos en el convento de la Trinidad.

El Auditorio situará a esta ciudad en la primera línea de la oferta musical; los grandes espectáculos musicales, ya líricos ya sinfónicos, dispondrán de un espacio equipado y diseñado para el siglo XXI, donde la Orquesta Filarmónica podrá hacer la temporada que Málaga merece y donde la importante afición a la ópera tendrá una oferta programática adecuada. Este éxito viene de la mano de la colaboración de las administraciones implicadas y de la firme intención de la Junta y del Gobierno de España de dotar a Málaga de unas instalaciones adecuadas al lugar que ocupa hoy en día no sólo en el ámbito andaluz sino nacional y, por qué no, mundial.

Por su parte, el Museo de Málaga es más que un proyecto, con las obras de adaptación de La Aduana ya licitadas y, lo que es aún más importante, supone hacer realidad una ilusión sentida en el corazón de cada malagueño, que sólo ha podido conseguirse con un Gobierno socialista, ya que el ahora candidato del PP y entonces ministro Mariano Rajoy se negó a ceder a la ciudad el Palacio para convertirlo en espacio museístico.

Lo que un día reclamamos miles de ciudadanos en la calle y lo que ese mismo día tomamos como bandera de nuestros esfuerzos se ha materializado en un museo de nuestro tiempo, en el que tiene cabida todo el patrimonio de una ciudad con siglos de historia, ya sea en forma de escultura, pintura, o de restos de las muchas civilizaciones que nos han precedidoý

La futura casa del arte y la historia de la ciudad combina la robustez, sobriedad y los años de historia de las paredes del Palacio de la Aduana con un atrevido, por qué no decirlo, diseño, que harán de este edificio una muestra de cuidado hasta el último detalle. Unas salas de exposiciones temporales, un almacén abierto al público, unas salas de exposiciones permanentes en las que primará el carácter didáctico, harán de este museo no sólo la casa de todos los malagueños que siempre creímos en él, sino también la escuela en la que aprenderemos mucho más de lo que somos y de nuestra relación con el resto de territorios.

Pero, sin duda, será el Parque de los Cuentos el que convertirá esta ciudad en un referente de la cultura a nivel mundial. Una idea original, novedosa. Así puede definirse este espacio en el que la tradición oral vendrá en clave de cuento. Personajes de la infancia de todos los ciudadanos, los de hoy y los de ayer, serán los protagonistas y nos enseñarán el valor de la naturaleza, la amistad, el amorý Más que un espacio lúdico, es un espacio para seguir aprendiendo, en el que los mayores nos haremos niños y los más pequeños seguirán en un mundo mágico y especial. Ya está en marcha este proyecto, cuyo concurso de ideas consiguió atraer a algunos de los profesionales más destacados de nuestro país y que sin lugar a dudas va a revitalizar una zona en dificultades de la ciudad como es el barrio de la Trinidad.

En definitiva, un balance sobradamente positivo de esta etapa en la que no sólo han destacado estos grandes proyectos. Además, ha existido un día a día en el que la cultura ha ido despertando en esta ciudad y ha atraído cada vez a más gente, a más adictos. Espectáculos y exposiciones de calidad, como Tiempos de púrpura o Andalucía barroca; obras importantes en yacimientos como el Teatro Romano en la capital y otras muchas en toda la provincia; un apoyo mayor a los artistas, sobre todo jóvenes, y emprendedoresý y así una larga lista de actuaciones. Además, grandes proyectos ya consolidados, como el Museo Picasso Málaga, que sigue cosechando éxito tras éxito.

Sin embargo, esta lista no significa el fin. Es el momento de continuar poniendo piedras en este importante camino que hemos emprendido, claramente marcado por la colaboración entre administraciones, en el que la Junta y el Gobierno de España han tenido un papel fundamental y han dado el impulso que se necesitaba, a lo que también contribuirá el Plan Estratégico para la Cultura Andaluza (PECA), que asienta las bases de nuestra política cultural para los próximos años.

Además, hay que seguir trabajando sin olvidar lo más importante y es que la cultura, tal y como la conocemos y la sentimos, siempre tendrá un fin primordial: hacernos más felices. Nunca hay que olvidar que, aunque en algunos casos la cultura sea un factor de desarrollo social y económico, de identificación colectiva y cohesión y una herramienta de trabajo, la cultura es uno de nuestros principales recursos para conseguir la felicidad.

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