Debate extraordinario sobre la situación de la comunidad

Díaz propone un pacto al PP, y Zoido le contesta: puro teatro

  • La presidenta expone seis acuerdos de reivindicación, la mayoría ante el Gobierno central. El líder popular acusa a su rival de "arrogancia", falsedad y de querer "lucirse".

Como una pareja mal avenida, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y Juan Ignacio Zoido, el líder del PP andaluz, no se ponen de acuerdo ni en aquello en lo que no están de acuerdo. El primer debate de política general del mandato de la nueva presidenta comenzó con un tono suave, de "mano abierta", con seis propuestas para un acuerdo general entre el Gobierno y la oposición, y acabó entre acusaciones duras. Y desabridas; se perdió, una vez más, el hilo del parlamentarismo. Al final, Díaz comparó a Zoido con "un boxeador noqueado"; Zoido le dijo a Díaz que la Junta sólo había ganado en "teatralidad", y que le sobraba "arrogancia" y "prepotencia", y ésta le contestó que ni siquiera se había preparado bien su intervención en el Parlamento. Aunque la línea argumental de la presidenta en este primer debate iba a ser esa propuesta de pacto, a Zoido le sacó de sus casillas la intervención previa del portavoz socialista, Mario Jiménez, por lo que ni siquiera hizo el intento de recibir algunos de los ofrecimientos. Al final, la presidenta concluyó con una referencia a la falta de liderazgo popular: "Sé que necesito al aval de las urnas. Imagínense, si no se ponen de acuerdo para ver quién es su presidente, qué pasaría si yo convocara hoy elecciones y ustedes estuvieran mirando el turrón y mirando a Madrid, pero no lo voy a hacer".

El pacto general que Díaz propuso se sustentaba en seis puntos, cinco de ellos eran reivindicaciones ante el Gobierno central, dirigido por los populares, así que difícilmente iban a ser aceptados por un partido sin liderazgo que, además, espera a que sea el presidente de ese mismo Ejecutivo, Mariano Rajoy, quien les resuelva ese problema. Pero a la debilidad de Zoido para marcar una agenda propia en el PP-A debido a sus consabidas ganas de ser sustituido, se sumó el trato que los portavoces del PSOE e IU le dieron. "Todo esto es un ataque al PP y a Mariano Rajoy, usted no ha venido a comparecer, sino a lucirse", le contestó el presidente del PP a Díaz.

Los puntos del malogrado acuerdo son los siguientes. Primero, acudir juntos, PP y PSOE, para negociar el nuevo modelo de financiación autonómica. El actual, según la Junta, el que firmó Zapatero con Esquerra Republicana, ha hecho perder a Andalucía unos 2.800 millones de euros en sus tres años de vigencia. Segundo, reclamar juntos, PSOE y PP, un plan especial de empleo como el que se desarrolla en Canarias y Extremadura. Tercero, solicitar al Gobierno central, ambos, PSOE y PP, una cláusula de revisión de entre 1.200 millones y 1.500 millones para compensar la caída de fondos estructurales de la Unión Europea. Entre los años 2014 y 2020, el nuevo marco financiero europeo otorgará a la comunidad  un 22% menos de recursos, 9.3457 millones de euros. Cuarto, juntos, PP y PSOE, reclamar otro reparto nacional de los fondos de la Política Agraria Común (PAC). Según la Junta, Andalucía perderá 418 millones de euros en siete años debido a la forma en que el ministro de Agricultura, Miguel Arias, ha dividido el montante total entre comunidades autónomas. Quinto, acudir juntos, PP y PSOE, a Madrid para solicitar la mejora urgente de la salida ferroviaria del puerto de Algeciras, lastrado por el interés de los gobiernos centrales en favorecer al de Barcelona y al eje mediterráneo. Y sexto, un acuerdo sobre ejemplaridad en la vida pública, que el PP debería trasladar a todas aquellas administraciones en las que gobierna.

Pues ni uno de ellos; ni siquiera el obvio, el del enlace del puerto de Algeciras con Bobadilla, sirvió para un mínimo consenso porque, a juzgar de Zoido, los únicos que han hecho algo por esto son los miembros del Gobierno de Rajoy. ¿Financiación autonómica? Tampoco, a pesar de que Díaz introdujo un elemento novedoso, y es que el reparto de fondos entre comunidades se base en el cálculo de un coste estándar por persona en lo relativo a los servicios sociales. De aplicarse, permitiría un mínimo igualitario entre todas las comunidades, que dispondrían de la misma cantidad por  cada habitante para cubrir sus servicios.

Pero a día de hoy, el acuerdo no cabe en la política andaluza. Zoido es un dirigente del PP en retirada; clama para que Rajoy lo sustituya cuanto antes en su labor de oposición, y Díaz se queja de  la falta de liderazgo en el PP, pero no hace más que evidenciar estas debilidades. La presidenta quiere que Zoido sea como José Antonio Monago, el líder de la comunidad de Extremadura, quien en asuntos muy importantes sabe diferir del Gobierno central en defensa de su comunidad, pero el actual presidente del PP ni siquiera cuenta con una estrategia. La suya está en el Ayuntamiento de Sevilla. Los populares, que son mayoritarios en la Cámara andaluza, necesitan comerse el turrón, el cambio de líder, pero el Gobierno y el PSOE tendrían que ser coherentes: nadie quiere pactar con alguien que,  previamente, le ha dicho que se va a "cortar la coleta sin haber cortado nunca una oreja".

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