Málaga

Málaga acoge el primer centro de España de nanomedicina, con 150 profesionales

  • Las instalaciones son fruto de la colaboración entre la Junta y la Universidad y ha supuesto una inversión superior a los 16 millones · Griñán no aclara el horizonte de alguno de sus proyectos 'estrella'

El primer centro español dedicado exclusivamente al desarrollo de la nanotecnología y la biotecnologías aplicadas a la salud, el Bionand, es ya una realidad. Las instalaciones, asentadas en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Málaga capital, darán cabida a 150 profesionales, de los que el 90% serán investigadores, y han supuesto una inversión por parte de la Junta de Andalucía de 16,3 millones de euros. El objetivo del proyecto es el estudio de nuevas formas de trabajar en la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, el Alzheimer o la diabetes, entre otras.

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, fue el encargado de inaugurar el Bionand, acto en el que estuvo acompañado, entre otros, del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y de los consejeros de Salud y de Economía, María Jesús Montero y Antonio Ávila, respectivamente.

"Este centro surge como una nueva forma de lucha contra enfermedades de alto impacto socioeconómico como cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas", destacó el dirigente andaluz, que hizo hincapié en el compromiso del Gobierno andaluz "con la investigación en salud", al tiempo que defendió el sistema sanitario público como "sostenible y eficiente".

Tras la apertura del centro, fruto de la colaboración con la Universidad de Málaga, el dirigente autonómico firmó un nuevo marco de financiación que destina cerca de once millones de euros a las once tecnópolis andaluzas hasta 2012.

La presencia de Griñán en Málaga sirvió para poner nuevamente sobre la mesa los tres grandes proyectos de los que viene haciendo bandera la Administración regional a lo largo de la presente legislatura en la provincia. Si embargo, las respuestas dadas por el dirigente no hicieron más que mantener las dudas que existen sobre todos ellos. Ni el Metro, en el que la Administración regional incumple su compromiso de ponerlo en servicio de manera parcial el próximo mes de noviembre; ni el tren litoral, eterna promesa del PSOE en los tres últimos comicios regionales, ni el megahospital, prometido hace ahora tres años, tienen hoy un horizonte despejado y cierto sobre su desarrollo.

Sobre el ferrocarril urbano, Griñán se agarró a los mismos argumentos expuestos una semana atrás por el viceconsejero de Obras Públicas, José Salgueiro, para justificar el aplazamiento a febrero de 2013 del inicio de la explotación del Metro. "Los estudios actuales no le dan rentabilidad alguna, ya que ni el 8% de los usuarios previstos cuando se termine el Metro usarían los tramos que no están ni conectados entre sí", explicó, al tiempo que añadió: "En una situación de crisis sería un gasto tremendamente oneroso y podría perjudicar al propio proyecto". Una escasa funcionalidad que los responsables del suburbano ya ponían de manifiesto a lo largo de 2008, cuando se apuntaba la posibilidad de adelantar la puesta en servicio del tramo de Carretera de Cádiz a finales de 2009.

En cualquier caso, el presidente de la Junta fue claro al insistir en que la apuesta pro el suburbano malagueño se mantiene. "No se va a desacelerar", sentenció, y recordó que de los 760 millones que se estima costará el proyecto ya han sido invertidos del orden de 400.

Junto al suburbano, el tren litoral es desde hace más de una década la gran infraestructura pendiente de la Junta. Prometido en hasta tres procesos electorales por el PSOE, hoy sigue sin disponer de las bases necesarias para su desarrollo, a la espera de que el Gobierno andaluz suscriba un acuerdo con el Ministerio de Fomento para impulsar la actuación. Preguntado sobre ello, Griñán dejó caer sobre el departamento dirigido por José Blanco la responsabilidad de que aún ese documento no haya sido suscrito.

"Estamos a la espera de firmar el convenio con el Ministerio de Fomento; hemos puesto todo lo que se debía poner; ya tenemos la disposición a firmarlo cuando se nos ponga el documento encima de la mesa", explicó. Unas palabras que describen un escenario que se alarga desde hace varios años.

La promesa de la Junta de levantar una ciudad sanitaria valorada en 600 millones de euros sigue siendo eso, una promesa. Ni siquiera la anunciada primera pieza de este gran proyecto, el Instituto de Biomedicina de Málaga (Ibima), ha echado a andar, si bien estar previsto que el paso se diese el pasado mes de julio. Sobre la cuestión, Griñán optó por darle el relevo a la consejera de Salud, María Jesús Montero, que informó de que tras recibir las ofertas de las empresas interesadas en la obra, valorada en 9 millones de euros, la idea es "empezar casi de inmediato".

¿Y el resto de la infraestructura? "Se irá resolviendo en paralelo a que este edificio se levante". Montero, como viene ocurriendo desde hace tres años, eludió aportar dato alguno sobre los plazos para el global de la actuación o sobre el modo en que se financiarán los citados 600 millones de euros. Un compromiso que mereció la crítica del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien fue claro al destacar la nula disposición de la Junta a acometer este proyecto.

"Un estudio básico, un anteproyecto, una consignación presupuestaria … Lo único que hay es lo del Ibima, pero financiado por Farmaindustria y no ha habido gran avance", señaló. A juicio del regidor del PP, el anuncio realizado a mediados de septiembre de 2008 no fue otra cosa que "una cortina de humo que se sacó cuando la reclamación del tercer hospital era muy fuerte". "En este tema ha habido un cierto engaño a la población de Málaga", sentenció.

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