En el vestuario le conocen como Nesy, confirmando esa tendencia de los futbolistas a acortar los nombres. En este caso, el parecido sonoro con un crack como Messi llama la atención. En-Nesyri o Nesyri -el propio jugador afirma que no le importa cómo le conozcan- comienza poco a poco a abandonar su perfil tímido, casi introvertido con el que asomó la cabeza en el primer equipo del Málaga. Nacido en 1997, el marroquí continúa aclimatándose en una ciudad a la que llegó dejando atrás a sus familiares. Muchas trabas para un chico tan joven que, sin embargo, olvida la timidez en un cajón cuando se calza las botas y salta al terreno de juego.

Sobre el verde importa mucho menos las complicaciones que está teniendo el futbolista para aprender el castellano. Quien lo trata en el día a día confirma que, poco a poco, comienza a comprender prácticamente todo, pero que le falta soltura a la hora de expresarse. De ahí esa timidez que ha mostrado desde el primer minuto, la misma que pierde cuando está cerca de otros canteranos con los que compartió la pasada campaña. Eso sí, algunos de los veteranos del primer equipo no le quitan ojo e intentan que su adaptación sea rauda.

Otro que tampoco pierde un detalle en su evolución es Abdallah Ben Barek. Bien conocida es la pasión que el carismático consejero consultivo blanquiazul pone en todo lo que hace. Más todavía si se trata de chicos de la cantera y si éstos provienen de su Marruecos natal. Desde allí llegó Nesyri acompañado de otros tres jugadores procedentes de la Académie Mohammed VI. Ellos no acapararon tanta atención como Nesyri, que demostró en poco tiempo sus condiciones para el fútbol. Mientras tanto se ha podido ver al joven jugador por el barrio de Teatinos, donde vive en una conocida residencia.

El ojo de Casanova llevó al Málaga a abonar 125.000 euros por el corpulento delantero y por sus tres compatriotas, aunque claramente se asumía que el talento lo traía Nesyri. Esa cantidad dejó al ariete siendo 100% propiedad del Málaga y, aunque en el club se visten de tranquilidad a la hora de pensar en una posible marcha del jugador, hay quien piensa que va acercándose el momento de retocar su contrato. Aun manteniendo la ficha del filial, existen voces que ven obligado aumentar la cláusula de Nesyri, en una fórmula similar a la que se utilizó con Pablo Fornals. Se pretende evitar sorpresas y consolidar un buen proyecto de delantero con cautela y mimo.

Para ello también está definido el patrón a seguir con el espigado marroquí, que ya fue preconvocado con apenas 18 años por la selección absoluta de su país. La idea es que permanezca en el filial y que, única y exclusivamente cuando sea necesario y tenga opciones de saltar al campo, suba con el primer equipo. Eso sí, seguirá aprendiendo de los mayores, ya que Juande prefiere que sea la primera plantilla la que nutra de experiencia a Nesyri. Éste continúa en una nube -ni él mismo esperaba esta irrupción- y valora cada paso que el Málaga da con él. De carácter tranquilo, el marroquí apunta al trabajo diario como único patrón para seguir escalando en el fútbol. Dicen de él que es un chico casero, que pasa muchas horas de su tiempo libre hablando con su familia y que tiene un don para aparecer en los partidos.

Prueba de ello fue, por ejemplo, su tanto de cabeza que forzó los penaltis frente al Sevilla en la Copa de Campeones que se llevó el club blanquiazul el pasado año. O los seis tantos que acumula en una pretemporada en la que ha sido el nombre que más ha resonado. Cuando menos lo esperaba (en su momento no se creía que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo), el nombre de Nesyri empieza a resonar en el fútbol español. Su apellido, eso sí, deberá ser modificado a la hora de imprimirse en las camisetas de juego. Nesery es lo que se ha podido leer en los partidos ante el Almería y los dos del Carranza, un simple error que se subsanará y al que el jugador no le da ninguna importancia.

Ahora a Nesy le toca ser paciente y proseguir con esta tremenda evolución. La afición y el club ya le tienen una fe que el tiempo -y los goles- dirán si es acertada.