Haciendo la mili en Zaragoza, colaboré en el diario Zaragoza Deportiva como comentarista de arte y espectáculo. La capital contaba entonces con 35 cuarteles y cinco universidades, lo que facilitaba el éxito de espectáculos a la mano y a buen precio. Esta circunstancia me llevó a conocer el Teatro Circo Chino de Manolita Chen y a Manolita en persona. Manuela Fernández Pérez, Manolita, tendría en el 57 unos 30 años. Madrileña, empezó a trabajar en el ballet Las Charivaris del Price. En 1944, Chen Tse-Ping y Manuela se casaron, abandonaron el Price para crear el Teatro Circo Chino de Manolita Chen. Es curioso releer el prometedor eslogan con que se hacían anunciar: "Piernas, mujeres y cómicos para todos ustedes, simpático público. El paráiso sicalíptico a precios populares". Fue un enblema único del "celtiberia show" de la España de entonces. Un país roto y desclasado que buscaba huida y fantasía entre las bellas piernas de las bailarinas del circo chino de Manolita. Murió el 9 de enero a los 90 años. Dios te guarde, Manolita.