Me entero de que a la Agrupación Comunista de Mairena del Aljarafe, en Sevilla, le han puesto el nombre de María Teresa León, noticia que me trae tantos recuerdos de ella, de Rafael Alberti y Roma. Becado por el Ateneo de Málaga a un curso de Grabado y estampación me presenté en la Academia de España, en Il Gianicolo, Trastevere. Eugenio Montes, su director, no admitió la beca y de un portazo me puso en la calle. Confuso y desolado fui a contarle lo sucedido a Rafael Alberti. El poeta despotricó del comportamiento del señor Montes; María Teresa, bellísima, delicada y maternal, con una linda voz e ideas clarísimas sobre el franquismo, sus embajadas y el exilio, lanzó una proclama durísima, de adjetivación tajante y descarnadamente inequívoca. De allí me matricularon en la escuela de Via Ripetta con -nada menos- el maestro Maccari. Nunca olvidaré a María Teresa. Será siempre un referente, un apoyo, un ejemplo... Recuerdo de sus Memorias de la Melancolía aquello de: "Dejadnos las ruinas. Debemos comenzar desde las ruinas. Llegaremos".

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