Palabras fetiche para las elecciones

Los partidos políticos camuflan las promesas con el uso de verbos aparentes que, en realidad, nada les compromete

T ODO es impulso, apoyo, implicación. Ni los Reyes Magos admitirían como carta los programas electorales con los que se presentan los partidos políticos a las urnas. No habrá excepción el próximo mes de junio. Algunos como el PP entienden que la fortaleza consiste en sumar medidas, dos mil para Andalucía, 300 para Málaga. Otros como el PSOE suman páginas llenas de apartados como para publicar un libro, al menos de bolsillo. No se complica Vox, que se limita a un decálogo, como los Diez Mandamientos, que también se resumen en uno: la inmigración es el problema por encima de todas las cosas.

Pero los autores intelectuales de estos productos literarios de mínimo consumo escogen las palabras fetiche con las que arrancaba para camuflar promesas en enunciados que en realidad no les compromete. ¿Están los populares a favor del proyecto estrella del eje litoral? Por supuesto. La formación dice que la Junta, si ellos siguen, lo impulsará en el próximo mandato. Un verbo con sonoridad insustancial. Un canto a la literalidad.

El propio candidato, Juanma Moreno, trataba estos días de tranquilizar a Francisco de la Torre, expresándole el respaldo. No es cuestión de verle mala cara al regidor durante la campaña. Todo porque los funcionarios del Ejecutivo andaluz se pusieron burocráticos con los planes y querían saber si son viables algunas de las iniciativas. Que luego deben pelearse con el Ejecutivo central y eliminar las peticiones de otras provincias para ver si se merece la asignación de un puñado de millones de los fondos europeos. Pero ahora no toca discutir esas menudencias.

Los socialistas también impulsan todo lo que pueden. Una acción totémica. Y luego, cuando descienden del epígrafe se aprecia la contundencia: sí al emprendimiento, sí al "futuro de nuestra agricultura", sí a reindustrializar Andalucía, sí a la construcción sostenible, sí a proteger la artesanía, sí a un turismo de calidad, sí a la formación y podría acabar el artículo enumerando el listado de afirmaciones. ¿Alguien en esta sala puede refutar lo anterior con un no? Espero que el programa del partido haya servido para conseguirle unos ingresos extras a alguna imprenta, si la digitalización y la economía verde permiten airear estos párrafos fuera de la nube.

Así que a la vista de los contenidos conocidos hasta ahora en esta campaña, el interés queda reducido a saber si el PP duplicará sus diputados en Málaga, de 4 a 8, horquilla que incluso no descarta el CIS; si los socialistas gritan albricias porque mantengan sus 4 representantes actuales o si Ciudadanos se queda de Llanero casi solitario en Andalucía si obtiene un escaño. El resto, impulso, apoyo e implicación.

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