El legado

El impacto de la exposición de Rodin en 2007 abrió el camino, pero el único museo que brinda la actual patente es el Picasso

Ahora que el alcalde de Málaga ha decidido sucederse a sí mismo por quinta vez, podemos estudiar el legado de Francisco de la Torre IV. Si hay una palabra que sirva de compendio y por la que el regidor ya pasará a la historia de la ciudad, ésta es museo. Es curioso que cuando la capital se presentó a competir por la Capitalidad Cultural Europea, uno de los proyectos más innovadores consistía en convertir en espacios culturales los solares vacíos y abandonados a lo largo de todo el casco histórico. Así que me temo que todo lo acaecido tenga más que ver con la habilidad de aprovechar las oportunidades que con una estrategia definida.

Realmente la única pinacoteca que significa un punto y aparte es el Picasso. Y la apuesta significó el cierre durante tres lustros del Bellas Artes, renacido como Museo de Málaga. Con ese nombre, Celia Villalobos, con De la Torre como edil de Urbanismo, encargó al recordado concejal de Cultura Antonio Garrido que construyera en la Coracha un espacio para acoger todas las obras de arte, propiedad municipal, y que "solo pueden contemplar los concejales". Las piezas de enorme valor, cuando se realizó el inventario, no debieron ser tantas. Y cuando el centro cultural se inauguró, el gancho fue una muestra de los vestidos de la diseñadora Ágata Ruiz de la Prada. Poco que ver con el anuncio y el objetivo inicial. Hace unas semanas el Ayuntamiento de Estepona pudo estrenar un museo de Arte Contemporáneo después de llevar una veintena de pinturas que la Diputación almacenaba sin más utilidad.

Fue el impacto de la exposición de Rodin en calle Larios en 2007, apadrinada por la Caixa, el que descabalgó del caballo a De la Torre. El munícipe intentó una franquicia de este museo parisino. Un año después supo aprovechar la indefinición de Sevilla, la candidata más apropiada por el tenor de la colección, para traerse el Thyssen a Málaga. Luego compró un museo de las gemas y más tarde uno del automóvil, lo que da a entender los criterios a la hora de llenar de instalaciones culturales la ciudad. Y finalmente consiguió el gran tanto: el Pompidou, para luego rematar con la otra sede del museo ruso de San Petersburgo.

Y en medio, el museo de los museos, que Fernando Francés, director del CAC, de la mano de la experta Carmen Jiménez, intentó crear. Ha perseguido sin éxito a la Caixa, para un Caixaforum en Málaga, pero cuando Unicaja intentó hacer lo propio en el edificio que ocupó el mercado de mayoristas, que la propia entidad había rehabilitado, la dejó fuera del concurso por un defecto de forma. Un visión de futuro encomiable.

En Caixaforum en Madrid se exhibe una exposición de Warhol. El organizador es el Museo Picasso de Málaga, el que le da la patente para lucir este legado. No lo olvidemos.

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