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Koke: el fútbol en siete idiomas

  • Sergio Contreras ha jugado en siete países con ocho equipos diferentes Ha conseguido marcar con todos los clubes y en todas las ligas en las que ha llegado a competir

Con el Málaga, debutó. Con el Aris de Salónica, triunfó. Y por todos los equipos por los que pasó, dejó su huella: la huella del gol. Y es que hasta siete países diferentes han sido testigo de los logros de este delantero malagueño, que debutó muy joven en La Rosaleda y que jamás pensó que su carrera, podría dar tantas vueltas por el mundo.

Once años después de sus inicios con el primer equipo del Málaga C.F., la carrera profesional de este jugador le ha hecho ostentar un curioso récord: puede presumir de haber marcado goles con ocho equipos diferentes y en siete países distintos. Acerca de los goles, Koke recuerda con más cariño el de su estreno como malaguista en la Intertoto: "Es difícil elegir, pero mi primer gol, en mi debut con el Málaga con 18 años, en mi casa y con mi gente. Nadie se esperaba que jugara y a la media hora metí un gol. Como el primer gol como profesional, ninguno", afirma.

Con respecto al equipo donde quería jugar, reconoce que, como todo niño, "mi sueño de toda la vida ha sido jugar en el Real Madrid". Sin embargo, su carrera no ha dejado de dar vueltas desde que abandonara Málaga con destino Marsella. "Hoy día, cualquier jugador al que le preguntes, cogería las maletas y se iría", afirma en relación a su marcha al equipo galo. Para el malagueño, fue una oportunidad de jugar con los más grandes: "He jugado en uno de los mejores de Europa y he tenido compañeros de vestuario como Drogba. Creo que es una experiencia inolvidable."

Después de Marsella, y antes de su experiencia en Grecia, realizó una estancia exprés en Lisboa. De allí, se lleva el hecho de "tener compañeros como Mountinho, o un entrenador como Paulo Bento, que son de los mejores".

Tras su periplo portugués, el delantero se incorporó a las filas del Aris de Salónica en la temporada 2006/07. Sobre el equipo griego afirma que "fue llegar y besar el santo. Empecé a jugar bien, a meter goles y a tener buena sintonía con la afición." Allí fue donde el delantero hizo su mejor juego y se sintió más querido. Tanto fue así, que: "Al acabar la primera temporada, me hicieron capitán".

Cerró cuatro maravillosas temporadas en Salónica y una despedida que recuerda como "muy emocionante y dura al mismo tiempo" y cruzó el charco hasta la liga estadounidense, donde llegó al Houston Dynamo "ilusionado". Sin embargo, la experiencia yankee no fue tal cual esperaba y tras acabar la temporada regresó a España, no sin antes dejar su imborrable huella entre la afición de Houston, con un gol en uno de los pocos partidos que disputó.

El Rayo Vallecano fue su siguiente destino. y le pilló "con ganas de volver" a España. Allí también marcó, pero no quería estar en el banquillo y al acabar la temporada voló a Azerbaiyán, donde gano el título de Copa con el Baku y un gol suyo en la final. "Allí el fútbol no es tan importante", afirma, y decidió abandonar la entidad.

Tras pasar por el Regensburg alemán, donde también vio puerta, el delantero no tiene destino, pero sigue con ganas de llevar el gol allá donde le lleve el fútbol.

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