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La versión más brillante de Jiménez en los Juegos

  • El capitán firma un partido completísimo y se convierte en una de las piezas angulares del juego de Aíto · Berni se emparejó con Jasikevicius durante bastantes compases

Nunca ha sido Carlos Jiménez un jugador mediático. Y más en esta selección repleta de jugadores NBA que sustentan a la mejor generación que ha dado la historia del baloncesto patrio. En su carrera deportiva, los focos siempre han ido dirigido a otros jugadores con un mayor talento, pero el gran capitán español demostró ayer que su rol en este equipo cuajado de estrellas es vital para Aíto. Completísimo el partido del jugador del Unicaja, que ayer ofreció en el Wukesong toda una lección de la importancia que tienen los intangibles en el juego. Más allá de sus números, que ayer también fueron magníficos (11 puntos, 7 rebotes y 14 de valoración), Jiménez volvió a brillar en aquellos aspectos del juego en los que él es un auténtico maestro: colocación, visión del juego, experiencia, acierto en los momentos de la verdad... Todo un partidazo que le granjeó ser el segundo jugador más valorado del equipo nacional (sólo por detrás de Rudy Fernández).

Su papel en este equipo se ha visto implementado conforme transcurría la competición y la confianza que ayer le otorgó Aíto (también fue el segundo jugador nacional que más minutos jugó) le ha llevado a convertirse en una de las piezas angulares de España. Salió en el cinco titular del técnico madrileño y fue el último jugador en entrar en las rotaciones. De hecho, Mumbrú, el otro tres puro del equipo, sólo jugó cuatro minutos a pesar de que en la recta inicial de los Juegos había sido uno de los jugadores más empleados por Aíto.

En defensa su pareja de baile fue Siskauskas, un jugador que a punto estuvo de recalar en el Unicaja. Los dos protagonizaron un magnífico duelo de aleros altos en el que Jiménez salió indemne. El lituano sólo anotó 7 puntos y jamás se le vio que pudiera con el madrileño, que firmó un 7/7 en tiros libres. Especialmente importante los dos que anotó cuando sólo faltaban cinco segundos para la finalización del partido y que certificaban la victoria de España.

En cuanto a Berni Rodríguez, el capitán del Unicaja volvió a imprimir intensidad. En los minutos decisivos del partido, Aíto lo emparejó con un Jasikevicius, que ayer volvió a demostrar que es un auténtico guerrero del baloncesto. Con el paso de los partidos, Berni se ha convertido en el reserva titular de Rudy y ha relegado a un desconocido Navarro a los últimos minutos de la rotación. No es buen síntoma para España, que necesita del mejor Navarro en la final ante EEUU, pero con Berni el equipo gana en intensidad. Ayer jugó 13 minutos, por los 12 del escolta del Barça, y anotó dos puntos en el único lanzamiento de dos que intentó. Sabedor de que en ataque no debe ser un referente en esta selección, el malagueño antepone el interés general del bloque a su lucimiento personal en un equipo que debe ofrecer su mejor versión para intentar dar un susto a EEUU en la gran final de mañana. Pase lo que pase, los dos jugadores del Unicaja ya saben que volverán a Málaga con una medalla. Sólo falta saber el metal.

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