Málaga

El corazón de los marineros

  • El Perchel y Huelin celebran la festividad de la Virgen del Carmen en una jornada en la que cientos de devotos acompañaron los desfiles procesionales

La Virgen del Carmen tenía una nueva cita con los devotos de fajín rojo. En esta ocasión, los barrios de El Perchel y Huelin echaban a sus reinas marineras al mar para que bendijesen sus aguas. Una vez más, cientos de devotos acompañaron los desfiles procesionales y vitorearon a la patrona de los marineros.

La imagen de El Perchel abandonó la iglesia de la Virgen del Carmen a las 8:00 en busca de un largo recorrido. En dirección al mar, hizo un alto en la catedral donde se realizó una misa en su honor y ya en el puerto quedó expuesta en un altar provisional durante varias horas para que los fieles pudieran realizar el besapiés. A las 18:00 se produjo el embarque. En esta ocasión, el remolcador número vehinte no pudo sacar a la virgen marinera a mar abierto debido a problemas con el temporal e hizo un recorrido interior del puerto. En la dársena de los contenedores se procedió a la realización de la tradicional misa -que se une con la Virgen del Carmen, patrona de los submarinistas malagueños- y la ofrenda floral en conmemoración de los fallecidos en el mar. Hacia las 20:00, la patrona de los marineros fue entronizada para realizar su habitual itinerario procesional de regreso hasta su templo en El Perchel. Cientos de fieles la acompañaron hasta su parroquia, atravesando calles principales como la avenida de Manuel Agustín Heredia, la Alameda Principal o el puente de la Misericordia.

El barrio de Huelin celebraba su propia fiesta. Sobre las 19:00, después la misa en la parroquia de San Patricio, la imagen salió en dirección a la playa de San Andrés, donde la esperaba una multitud de devotos. Escoltada con grandes remos y acompañada por los hermanos de la cofradía, los marengos la portaron hasta la jábega la de san andrés, que estaba esperándola en la orilla y que habría de introducirla en las aguas entre aplausos y vítores. Guapa, guapa y guapa, gritaban los fieles al unísono. Ya en el mar, una multitud de pequeñas embarcaciones le acompañaron en su recorrido marítimo. De nuevo, en procesión, la virgen marinera de Huelin volvió hasta una pequeña capilla, situada en la calle Las Navas, donde descansa durante el resto del año. Al finalizar, el barrio siguió el festejo en sus calles principales.

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