Se buscaban desde expertos en construcción, electricidad, fontanería y otros empleos relacionados, hasta jóvenes recién licenciados y personas con experiencia en distribución y comercio. La empresa de productos de bricolaje y materiales de construcción Bricomart comenzó ayer a impartir un intenso proceso formativo a los 75 trabajadores que, desde el próximo lunes, se unirán al resto del equipo ya incorporado hace unos meses en la firma. En total, la multinacional, que continúa preparando su desembarco en Málaga -previsto para finales de este año- ofrecerá casi 80 puestos de trabajo directos, a los que se suman otros 20 indirectos.

Después de mantener unas 700 entrevistas durante el pasado mes y haber recibido más de 13.000 currículos, el equipo participa estos días en unas jornadas encaminadas a conseguir que la nueva plantilla adquiera los conocimientos y habilidades necesarias para desempeñar sus funciones con profesionalidad. A primera hora de la mañana de ayer, los responsables facilitaron a los nuevos trabajadores un manual de formación, en el que pudieran seguir las explicaciones relativas a medidas de seguridad, módulos de atención al cliente o cuestiones relacionadas con las funcionalidades de cada uno de los productos disponibles en el almacén.

Proximidad, simplicidad, espíritu de mejora y respeto hacia los clientes son algunos de los valores en los que la empresa incide especialmente. La experiencia puede ser menor, como en el caso de Tadiana, una de las jóvenes que con 23 años ayer firmó el contrato por un periodo de tres meses. Finalizó en junio sus estudios de Magisterio de Educación Especial, una especialidad que dista del sector de la construcción, algo que para ella no supone ningún problema. "Al principio me preguntaba cómo iba a venderle a una persona una herramienta si no conocía su funcionamiento, pero me dijeron que había técnicos muy cualificados que nos proporcionarían formación suficiente", detalló. Explotar una materia prácticamente desconocida lleva consigo, en su opinión, cierto "atractivo", ya que considera que esta circunstancia puede permitirle recorrer "otros caminos".

Conscientes del panorama económico y al no encontrar empleo, algunos jóvenes se animaron hace algunos años a probar suerte impulsando su propio negocio, pero los resultados obtenidos no han conseguido en muchos casos responder a sus expectativas. Uno de estos emprendedores fue Francisco Rojas, que regentaba una empresa de multiservicios. "Casi no podía tirar, ni siquiera lograba mantener los pagos. Decidí buscar algo diferente. Me sedujo la idea de empezar un proyecto en una multinacional", afirmó. Ahora, este administrativo comercial de 39 años se plantea su nueva etapa con la "ilusión" que implica "después de tantos años en la calle", volver a estar "entre cuatro paredes" y compartir mesa, a ser posible de forma indefinida, con otras personas.

Otros, sin embargo, prefieren no pecar de optimistas y continuar su formación. Patricia Núñez compaginará su jornada laboral con un máster que estudiará a través de la UNED. "El hecho de intercalar el turno de mañana y tarde me da cierto margen para seguir formándome. Estoy bastante contenta", indicó esta trabajadora social, que todavía recuerda los "nervios" sufridos durante la entrevista. "Pasamos varias fases y podían volver a llamarnos o no. Queríamos que esto acabara ya", bromeaba.

La misma sonrisa mostraba Miguel Ángel Rodríguez, que conoció la oferta a través del portal de empleo Infojob. "Esta oportunidad supone recuperar la esperanza, sobre todo al saber que existe la posibilidad de que nos hagan indefinidos. Uno es realista y sabe que hay pocas opciones, pero al ir avanzando te das cuenta de que lo has logrado. Quiero crecer dentro de la empresa", expresó.