Málaga

Rechazo rotundo al traslado de las unidades del Dolor al Marítimo

Rechazo unánime y rotundo al traslado de las unidades del Dolor del Clínico y del Regional al Marítimo de Torremolinos. Pacientes, trabajadores y sindicatos han manifestado su oposición frontal al cambio, que se inscribe en el proceso de fusión de ambos hospitales. El argumento es coincidente: de dos unidades situadas en la capital y bien comunicadas, se pretende trasladar los servicios al Marítimo, que está por lo menos a medio kilómetro de las paradas de tren y autobús.

"Los pacientes son por lo general personas mayores, con una incapacidad elevada, afectados justamente por dolor y en muchas ocasiones con problemas de movilidad, incluso en sillas de ruedas. Es una aberración que tengan que ir al quinto pino. Lo lógico es que si las unidades se fusionan, la que quede, funcione en el Clínico o en el Civil [donde se ubica la del Regional]", defiende la presidenta de la Asociación Malagueña de Artritis Reumatoide, Remedios Gómez.

Desde la Asociación Malagueña de Lupus se hace la misma crítica para exigir que no se trasladen esos servicios a Torremolinos. "Tanto el tren como el autobús paran lejos del hospital [Marítimo] y quien tiene que ir a una unidad del Dolor no está para muchos desplazamientos", esgrime Josefa Guerrero, presidenta de la organización.

El cambio salió a la luz después de que la semana pasada CCOO denunciara la unificación y el traslado de los pacientes -unos 6.000 del Civil y alrededor de 2.000 del Clínico- a partir del 1 de marzo. El responsable de Sanidad del sindicato, Rafael González, avanzó que habrá movilizaciones para parar el cambio y recordó que, además de las dificultades de acceso, la fusión supondrá la pérdida de un 30% a un 50% del personal de ambas unidades. El Sindicato de Enfermería también rechazó el traslado a Torremolinos. "Con esta medida se castiga a los pacientes más vulnerables", opinó su secretario provincial, Eugenio Pérez.

El hasta hace tres meses director de la Unidad del Dolor del Regional, Manuel Rodríguez, se mostró "de acuerdo con la fusión, pero no con el sitio". Como ejemplo puso que un paciente de la comarca de Antequera tendrá que tomar un autobús hasta esa ciudad, de allí otro a Málaga, luego un tercero a Torremolinos y a continuación caminar medio kilómetro hasta el hospital. "Por lo general son pacientes con problemas de movilidad y no se lo están poniendo fácil", advirtió. Además, afirmó que "nunca" le consultaron ni invitaron a participar en las reuniones en las que se trató la fusión. "Como me jubilaban, me obviaron", dijo.

La Administración aseguró ayer que la unidad fusionada comenzará a funcionar en "unos meses", mejorará las condiciones en las que se presta la asistencia, homogeneizará la atención y no supondrá ninguna pérdida de puestos de trabajo. Se trata, según los hospitales, de una "reorganización funcional, arquitectónica y estructural". Las nuevas instalaciones dispondrán de un quirófano diario y una amplia sala de espera para familiares y pacientes. En total, contará con cuatro consultas médicas y una de enfermería específica. Según los hospitales, si algún paciente tuviera problemas de desplazamiento se le gestionaría la correspondiente ambulancia.

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