Málaga

Clamor contra el traslado de las unidades del Dolor al Marítimo

  • Los nuevos pacientes tendrán que ir a un nuevo dispositivo creado en Torremolinos que comenará a funcionar a principios de marzo

Pacientes en sillas de rueda, enfermos con bombas de morfina, sindicatos, organizaciones de consumidores y trabajadores levantaron ayer su voz al unísono para que la Administración sanitaria escuche su rotundo rechazo al traslado de las unidades del Dolor de los hospitales Regional y Clínico al Marítimo de Torremolinos. "No nos moverán", coreaban todos a media mañana en las escalinatas del Hospital, donde se ubica el dispositivo del Regional.

Uno de los argumentos para oponerse al cambio son las malas comunicaciones del Marítimo, ubicado a medio kilómetro de la parada de autobús y a casi tanto de una estación del tren con barreras arquitectónicas; dificultades "insalvables" -según distintas asociaciones- para pacientes con alto grado de dependencia.

Ana María Villalón -con silla de ruedas, bomba de morfina y 26 operaciones a sus espaldas- acudió a la concentración. Ella viene a la Unidad del Dolor desde Fuengirola y aunque le quedaría más cerca Torremolinos, se opone al traslado. "Prefiero venir aquí. Quiero seguir con mi médico. Solo nos ayudan en la Unidad del Dolor", argumentaba. La Administración ya ha aclarado que solo los nuevos pacientes deberán tratarse en el Marítimo. Los que hasta ahora son atendidos en el Regional o el Clínico podrán seguir en estos hospitales si lo desean. El delegado de CCOO en el Regional, Juan Antonio Torres, advirtió que una capital como Málaga no puede perder un dispositivo asistencial que da calidad de vida a pacientes con dolores muy fuertes por enfermedades oncológicas, problemas neurológicos o postoperatorios. "Aunque solo se trasladen a Torremolinos a los nuevos pacientes, a la larga esta unidad se pierde. Es como dejarla morir lentamente", alertó.

Victoria Guirado, que lleva 24 años con una bomba de morfina por neuralgia del trigémino, dijo que la Administración pretende sustituir una unidad "sólida y fuerte" del Civil por una "de segunda" en el Marítimo. Además, recordó que en el actual dispositivo cuentan con neurocirujanos y anestesistas especializados en el tratamiento del dolor. "No todos los anestesistas saben tratar el dolor, solo una minoría", aclaró. Este es otro de los argumentos de los pacientes para defender las unidades que existen en el Regional y el Clínico y que atienden a 6.000 y 2.000 enfermos respectivamente.

Miguel Muñoz también estaba en la manifestación. Tras una operación en la ingle, comenzó a tener dolores que combate con una bomba de morfina. Viene desde Colmenar. Ir a Torremolinos complicaría su desplazamiento. "Además, si me cambian de médico es como empezar de nuevo", se queja.

Mercedes Pastor, con bomba de morfina desde hace 25 años, también se opone al traslado porque dice que aunque los viejos pacientes puedan continuar en Málaga, los nuevos "se van a enfrentar a los mismos problemas" de desplazamiento. Para el secretario provincial de Satse, Eugenio Pérez, "se recorta en la atención a los pacientes más sensibles" obligando a hacer mayores desplazamientos a grandes dependientes. Además, criticó que el cambio se haga "a espaldas" de los usuarios y de los trabajadores de ambas unidades.

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