El Ayuntamiento de Málaga busca anular la factura que le remitió en su día la Junta de Andalucía por la construcción del Metro, cifrada en poco más de 32 millones de euros, con el soterramiento de las vías del tren a su entrada en la ciudad como principal elemento de compensación. Una obra que, al menos en apariencia, choca con dos de las condiciones que puso la Consejería de Fomento para dar a la capital de la Costa del Sol un trato semejante al dado año atrás a Sevilla.

Una primera exigencia era que las intervenciones que se pusiesen en la balanza estuviesen relacionadas con la movilidad sostenible, extremo que no parece cumplir de inicio la construcción de un túnel para el AVE; la segunda, que estuviesen fijadas en un periodo temporal concreto, entre los años 2009 y 2012. Sin embargo, la obra para enterrar las vías del tren tiene su origen en 2006, si bien las aportaciones económicas del Ayuntamiento continuaron ejercicio a ejercicio hasta 2010.

La inclusión de los 33,7 millones de euros aportados por el Consistorio al soterramiento del AVE es una de las novedades del último listado de obras remitido a la Consejería de Fomento para dejar a cero la aportación municipal a los trabajos de construcción del suburbano. La remisión de esta documentación se produce 45 días después de que los dos socios públicos en esta intervención se viesen las caras por última vez. En esa comisión técnica, Fomento puso sobre la mesa la necesidad de que Málaga incrementase a 49 millones de euros el montante económico a justificar con obras de movilidad sostenible, algo que sí hace ahora la Administración local.

La versión que los responsables municipales esperan sea definitiva incluye, además de los millones del soterramiento, el bulevar sobre el soterramiento del AVE, que suma 11,9 millones, y el sistema de préstamos de la bicicleta, con otros 5 millones (11,7 millones menos que la consignación que incluyó en el listado de finales de enero pasado).

Por el contrario, desaparecen del mismo aquellas infraestructuras acometidas con los fondos procedentes de los dos denominados planes Zapatero, impulsados por el Gobierno central años atrás. Entre las mismas se incluían, por ejemplo, el eje viario Atabal-Térmica, tramo 3: Avenida Julio Cortázar a Laguna de la Colonia, con un coste de 1.911.221,68 euros; la ampliación de las aceras y la creación de carril bus en la calle Cuarteles, por 525.641,63 euros, y un itinerario ciclista con un coste de 999.573,28 euros.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el concejal de Movilidad, Raúl López, dieron ayer por cerrado este punto de negociación con la Junta en lo que al Metro se refiere, si bien ambas partes han de rubricar el acuerdo final. Para ello, se ha hecho llegar también a Fomento una propuesta de convenio. López, por su parte, tildó de "injusto" que la Junta pida al Ayuntamiento malagueño actuaciones por 49 millones cuando se han de justificar 32,31 millones, mientras que en Sevilla "fueron 26 sobre 17 millones". "No está justificado que sean cifras diferentes en una ciudad que en otra, pero si de este modo este tema se finaliza, nos daríamos por satisfechos", añadió.

Desde la Consejería de Fomento se guarda silencio, a la espera de analizar la información recibida. Superado este primer trámite, el listado será objeto de estudio por parte de la Intervención de la Junta, que determinará si se cumplen los elementos previstos en el modelo de compensación.

Sin embargo, un acuerdo en esta materia no entierra las discrepancias sobre la financiación del ferrocarril urbano. Porque a los costes derivados de la fase de infraestructura hay que añadir los vinculados a la explotación de las líneas 1 y 2 del Metro, que, al menos parcialmente, podría iniciarse a finales del mes de junio o principios de julio. Este asunto se antoja de compleja resolución, dada la intención de De la Torre de reducir de manera más que sensible el aporte al que, de acuerdo con el acuerdo original del Metro, que data de 2003, está obligado el Ayuntamiento.

Ayer aludió nuevamente a ello y en la línea de lo que viene expresando desde hace meses insistió en renovar el acuerdo marco. ¿En qué línea? Sus reclamaciones apuntan en la dirección de mantener intacta la tarifa técnica que se previó cuando se impulsó el proyecto, de 1,94 euros, frente a los cerca de cuatro euros que puede estar rondando en la actualidad. Es decir, el Ayuntamiento quiere que se le exija conforme a una obra que iba a rondar en su integridad los 400 millones de euros y que ahora se prevé ronde los 800.

A ello añade su deseo de que se tenga en cuenta en la factura el esfuerzo que realice el Ayuntamiento para compensar económicamente la pérdida de viajeros que, previsiblemente, sufrirá la Empresa Municipal de Transportes (EMT) con la puesta en servicio del Metro. Actualmente, sin el tren urbano funcionando, la compensación alcanza casi los 24,5 millones.

No parece, en cualquier caso, que la resolución de este tema vaya a alterar las previsiones de arranque del Metro entre el Martín Carpena y Teatinos hasta el intercambiador de El Perchel. "Sería bueno ir avanzando en esta materia antes de que empezara a funcionar el Metro; no tiene que por qué ser una condición para la apertura, pero sería oportuno, porque si no tendríamos una situación de indefinición", explicó.